jueves, 29 de diciembre de 2016

Dime cómo escribes y te diré lo que escribes/ César Vallejo


La técnica no se presta mucho, como a simple vista podría creerse, a falsificaciones ni a
simulaciones.  La  técnica,  en  política  como  en  arte,  denuncia  mejor  que  todos  los
programas  y manifiestos  la  verdadera  sensibilidad  de  un hombre. No  hay  documento
más  fehaciente  ni  dato  más  auténtico  de  nuestra  sensibilidad,  como  nuestra  propia
técnica...

Hay  artistas  que  se  inscriben  como  superrealistas  y  quisieran  practicar  la  estética  de
Breton, pero su escultura, su dibujo o su literatura denuncia, por su clase de  técnica –
complejo  concurso  de  profundos  factores  personales  y  sociales-  una  sensibilidad,
pongamos por caso, impresionista, cubista o simplemente “pompier”.

Creen muchos  que  le  técnica  es  un  refugio  para  el  truco  o  para  la  simulación  de  una
personalidad. A mí me parece que, al contrario, ella pone siempre al desnudo lo que, en
realidad,  somos  y  adónde  vamos,  aun  contradiciendo  los  propósitos  postizos  y  las
externas u advenedizas cerebraciones con que quisiéramos vestirnos y aparecer.

Taller (ONLINE) de poesía para poetas, consagrados o no