lunes, 11 de febrero de 2019

Taller no adictivo para poetas (consagrados o no)

Individual, confidencial; presencial o por Internet.

Se acepta todo formato previo: neobarroco, vanguardista, minimalista, coloquial … o tal como venga la mano.  Y en cualquiera de sus paradigmas: clásico, barroco, romántico, modernista, posmoderno.
Poetas analíticos, impresionistas, venecianos, místicos… son bienvenidos.
Este taller trata sobre todo de técnica, no de impartir consejos o auto-ayuda.  Es decir, en tanto y en cuanto aquélla: “pone siempre al desnudo lo que, en realidad,  somos  y  adónde  vamos” (César Vallejo).
La idea es advertir lo que puede hacerse de modo más eficaz; el filón que se deja abierto y no trabajado; lo que está ante nuestros ojos y no percibimos.
Se garantiza –luego de un tantito de paciencia– absoluta satisfacción en los resultados.  Y, no menos, posterior prescindencia del mediador.  Este taller no es adictivo.
Los honorarios del mediador se pagarán por adelantado.
Contacto:
Por este blog
Pedro Granados, PhD (Boston University).  Tiene publicados una docena de poemarios.  Varias novelas breves.  Numerosos ensayos; algunos de los cuales giran en torno a César Vallejo y, en particular, a Trilce.  Hizo taller, entre otros,  con Martín Adán, Jorge Eduardo Eielson y Javier Sologuren.
Dos testimonios públicos sobre el Taller:
“Cuando Pedro Granados me dijo “ahora conforma tu libro”, comencé a sufrir. Cuatro meses leyendo y corrigiendo y seleccionando todos los días, con un diccionario al lado, un libro de sinónimos, bebiendo café, revisando. Me di cuenta lo difícil que es publicar, los lectores no se merecen mis descuidos”, Edgar Artaud Jarry (México)
“Es excelente porque pone al taller en estrecha conexión con el campo cultural, porque parte de lo propio y su relación con lo ajeno y porque pone en valor la conquista de la autoconciencia.
He leído mucho sobre el tema taller pero hasta ahora no había encontrado esta perspectiva. Como lectora, celebro la lucidez del autor”, Juana Porro (Argentina)

sábado, 2 de febrero de 2019

Martín Adán – Pedro Granados

Poemas entregados por mí, para Martín Adán, a través de Juan Mejía Baca en su ya desaparecida librería de la calle Azángaro (centro de Lima).  Corría el año 1977, predominio casi absoluto en la institución literaria peruana (prensa, docencia, publicaciones, investigaciones académicas, pláticas, etc.), por un lado, del grupo Hora Zero; y, por el otro, de la figura incuestionada ni incustionable de Antonio Cisneros.  El público era básicamente universitario; más popular el horazeriano; más miraflorino el de Cisneros.  Suicidio de Luis Hernández Camarero.  Y, al menos en Lima, gesta de otras propuestas poéticas y políticas epigonales, aunque con voluntad de independencia o de estilo, respecto de aquellas otras dos; en lo fundamental: el grupo Kloaka (UNMSM, fundamentalmente) y Mario Montalbetti (PUCP).  Que es como decir la distancia, si no la diferencia, que existe entre el parque Ramón Castilla de Lince y el Olivar de San Isidro; barrios limítrofes, ambos, pero…
Son estas las circunstancias en que busco me lea algún otro que no fueran mi hermano Germán o mi mamá o algunos de mis amigos o de mis profes de literatura; y se me ocurre buscar al Poeta.  Releyendo estos textos identifico el motivo-prosodia que los caracterizaban.  Ni ego ni real politik; y sí, desde un inicio, pasión por la realidad de la poesía.
Porque eres agua furiosa
I
Porque eres agua furiosa
sin memoria
sin nombre
y porque el dominio del tiempo se deshace
a tus olas
se desnudan mis sentidos
Poesía
y se hace la intuición.
Esta que recuerdas
haciendo minutos,
silbando fuerte en tu marea,
llamándote:
nieve
burbuja
musaraña
cielo despeñado
noche.
Esta que palidece por el esfuerzo,
se reintegra a mis sentidos
y no es más que latencia y unas cuantas grafías
arrancadas
al bullicio de tus olas…
II
Y sabes, ahora sí, que estas arenas
se van con tus cabellos,
con algún horizonte de tu cuerpo
de un brillo
a esculpir tus dominios.
Ya no sabrás sólo del ir y del venir
del silencio rocoso
de tu espuma;
sabrás, ahora, que un poeta nace,
tejido,
al recuerdo de la infancia
o al recuerdo de tus asaltos.
Porque la vida la concebiste tú por mí
con la sal de tus subidas que abruman
a este impertinente
que acoge en sus arenas
tu marea.
III
Si tú convivieras conmigo
ya no sería, si no,
tus circunstancias.
Tus rumores en el tiempo.
Tu instante de ola y tu caída.
Si yo me confundiera contigo
en la vanguardia de mi arena y tu extravío,
de mar, que no cesa de entregarse;
si yo de roca emergida…
sumergiendo
apartar la bruma
branquear tu paciencia, tu arrebato…
¡Oh Pasión!, así como vienes
y en silencio.
SIN MOTIVO APARENTE (Lima: Cuadernos del Hipocampo, 1978)