viernes, 15 de diciembre de 2023
domingo, 3 de diciembre de 2023
El pratí
Desde antes del desayuno, se puso a hablar en pratí y no regresó más. -Kas ves ta guru guru, -bo coró coró, fueron algunas de las frases o glosolalias a las que mi mujer había echado mano. En un principio, este lenguaje fue difícil incluso para Mique, nuestro tan inquieto perro, que había pasado una noche particularmente agitada con los cohetes y cohetecillos de alguna festividad en el radio de un kilómetro o más de nuestra, aunque pequeña, cómoda casa. Desde hace un año habitábamos en Lagunas, distrito de Mocupe en Lambayeque. Los lugareños nos identificaban como aquella pareja que vivía en la huaca o la huaquilla porque, sin soslayar las pálidas huellas de un intenso huaqueo en la zona, vivíamos un tanto en plano alto, sobre una discreta loma desde donde se podía escuchar con claridad el mar y percibir, un tanto a lo lejos, si las olas lucían verdes, azules o con el denso color de la tierra. Entre mi esposa y yo, el pratí era nuestro lenguaje íntimo --aquel que no sale del estrecho cubículo de la cuita o del amor--, la cual de un momento a otro se levantara de la cama y se pusiera a dicharachear en ese idioma era lo que llamaba la atención. Para ir sin rodeos, ni Mique, nuestro perro, ni yo entendíamos algo más allá de darle bola al asunto. -ves to que mi, --aru aru; eran algunas otras frases arrojadas por ahí, algunas de las cuales yo podía seguir y con pudor responder; aunque en lo íntimo experimentara la zozobra de la revelación de un secreto, de algo privado hecho público. Sin embargo, traté de continuar el plan que ya nos habíamos trazado para esa mañana. Un par de días atrás acordamos que el viernes, luego del desayuno, daríamos una caminata --de unos cuarenta minutos, más o menos-- hasta la boca toma; hermoso estuario que junta al río Zaña con las siempre insomnes aguas del mar de Lagunas. En realidad, aunque meses ya viviendo en la zona, era recién nuestra segunda visita a aquella boca toma; la primera fue siguiendo las voces del pueblo que ya nos habían hablado de aquel lugar, mítico por sus enormes langostinos. Sin embargo, ni procuramos ni fuimos hasta allí preparados para capturar algunos de estos sabrosos bichos. Sólo seguiamos el rastro de la arena mojada por la prendida marea, de las piedras vomitadas la noche anterior por el mar, del viento que continuaba dándole alas a aquellas íntimas confidencias de mi querida esposa . -tura manu, -socio lele, -nana guanaba, entre algunas otras, aunque ahora de un modo más continuo y enfático; es decir, más público, sonoro y claro mientras nos íbamos aproximando a aquel luminoso y sereno estuario. Ante cuya orilla mi esposa de pronto se detuvo y nos juntó, a Mique y a mí, muy cerca suyo. Formábamos los tres, ahora reunidos con todo el cercano y lejano entorno, una abigarrada multitud donde la luz del sol junto con el aliento de las olas nos atravesaban como si de una puerta abierta se tratara. -Owababa, -yiyu enoku, -a veces sale a caminar, -esta mujer se halla siempre entre las oquedades de la orilla, pero a veces quiere salir a caminar.
© Pedro Granados, 2023
viernes, 1 de diciembre de 2023
El mejor poema peruano de los últimos cien años
[Ciego por unos instantes veo]
Ciego por unos instantes veo
La poesía por todas partes
Bulbos flores palacios iluminados
Tal como nuestros padres
Incautamente la imaginaron
O una enorme vagina
Con guillotina al ristre
Tal como y desde no hace mucho
Muchas poetas la conciben
La confusión se agrava
En nuestros tan colonizados países
Los poetas peruanos quieren ser argentinos
Los cuales se han esforzado en ser británicos
Los poetas dominicanos quieren ser españoles
De cepa pura
Cuando estos últimos hace tiempo
Perdieron el rumbo de su lírica
Generación Nutella o de la chocolatina
Denominaríamos a la más reciente de sus promociones
Si no sobrepujaran queriendo tomar este lugar
Asimismo otros nombres
De la experiencia de la conciencia
Junto con el de la chocolatina
La ética nos tiene irremediablemente cogidos
A todos y cada uno
La moral del Norte heredera de calvinistas
Y calvos a modo de sabios o sabihondos
Acaso sólo el Brasil se salva de todo esto
Porque desde el pasado más remoto
Se la pasa en éxtasis
Y no escribe sino que baila en imágenes
Que devuelven sin pausa otras semejantes
Chorro acompañado siempre
De una u otra contagiante canción
A los Andes corresponde poner en letras de molde
El remolino de hojas de paños de olas
De juego de piernas y amagues sin fin
De la extática poesía do Brasil
Uruguay se casó con una idea del honor
Porta estandarte previo a cualquiera de sus versos
Fijos dalgos de ojos vendados
Derecho al más obtuso de los despeñaderos
Bolivia, ice cream del mundo
Aunque de una sola bola
Porque el helado de dos
Continúan siendo los Himalayas
Paraguay, agua para atragantar la sed
Y cotidianidad para aburrirse sin medida
Estados Unidos, el modo más absurdo
De perder el tiempo de la mente y trocarlo
Por supermercados satisfechos
Venezuela, …
Colombia, cuya poesía de delicados ademanes
Trastocara para siempre Raúl Gómez Jattin
Ecuador, un porfiado pasillo
Chile, territorio de poetas vencedores
Y que por lo tanto ignoran
La decisiva voz de la derrota
El Panamá y la poesía no publicada en libro
De los Kuna
Centroamérica, equivalente a Fuente Vaqueros
O Santiago de Chuco, tierra del indio Rubén Darío
A quien sin embargo hemos leído
Como si de Antonio o Manuel Machado se tratara
A todas las bestias y sus bostas de poesía
A nuestras estoicas aves de rapiña o aunque sea de corral
Que no han cesado de volar o intentado elevarse
A todas las mujeres hermosas de América Latina
Porque todas lo son
Al río que oculta y es frío
Al sol que no oculta y resulta abrazador
A esas calles breves entrecruzadas y populosas
Donde hallé mi destino
Como si de un beso del sol mismo se tratara
Como si una inundación en los ojos fuera
Como si un perfil humano tornado
Ovejo pantera buitre estrella
Y seguiríamos sumando
Como si en ello precisamente consistiera
©Pedro Granados, 2023
viernes, 24 de noviembre de 2023
SUDAMERINDIOS
[En el Ecuador hay lugar todavía]
En el Ecuador hay lugar todavía
Para el toque de anís en las comidas
Y para el saludo de cortesía
En la vía pública
Sin embargo y muy pronto
Ambas cosas serán arrasadas
Por un baño de realidad
Uno no puede andar por ahí así
Indefinidamente
La poesía troca por auto exigencia
La autenticidad de las canciones del campo
No es necesaria ni tampoco es tal
Ni la idea de un “puente” cultural o musical
A JMA le quedó corta la teoría
En vez de “puente” o mediación
El mascarón de proa del montaje
Es lo más genuino desde Trilce
No le alcanzó la teoría pero sí la poesía
Lo legal lo puro lo esencial
Siempre con su guiño travieso
Trilce es el actual canto en quechua o en aymara
Nuestro más íntimo jopará
Un baño de realidad empieza siempre
Con una escrupulosa limpieza de oídos
Así que adiós a los desorejados
A los albaceas de otros que pensaron antes
Por nosotros
Adiós a los amos de llaves
Y funcionarios del sentido común
Los andes se revuelven entre sus cantos
Con un exceso de especería
Y delicados aromas a romero o anís
La poesía es sólo un tablero de sal desnudo y liso
Sobre este liviano marco dejamos nuestra entraña
La audacia y técnica de nuestras rápidas huellas
Un horizonte díscolo donde no caben intermediarios
Y donde se baila sin zapatillas ni tijeras
Ni otras luces cocidas contra nuestra pechera
Más altas o distintas al ocaso
[Sobre los cuatro mil]
Sobre los cuatro mil
metros de altura
te escribo. Sobre
las treinta mil
personas que he visto
en el camino.
Inhóspito el aire
para la poesía.
Enorme atalaya es ésta
para el control de
vidas y almas
y sexualidades.
Toda Bolivia se halla
en el ropero. También
el Perú. Y probablemente
el completo casco andino.
Encerrados en el ropero
de nuestros deseos
y de nuestra aplazada dignidad.
Un gigantesco amaru se ahoga
por la dura costra
que lo separa de la superficie.
Un flamante neumático
ahora mismo lo pisa.
Ver y correr y ser derrotado
enésimas veces.
En qué onda
pillar el aire.
A través de qué escondrijo
palpar finalmente tus piernas,
tu culo redondo,
tu espumosa vagina.
Todos somos salvos.
Todos somos inocentes
sobre tan rígido ice cream del mundo.
Ni todas las muecas del diablo pueden disimular
nuestros dientes de leche.
El mundo andino pasa todo
por un agudo periodo de refrigeración.
[El Paraguay constituye para nosotros]
El Paraguay constituye para nosotros
Un baño de caca en el lago de Ypacaraí
Inmersión lenta
Bautizo igual de lento
Desde nuestros pies blasfemos
Sobre el lecho de sus aguas
Hasta nuestra barbilla que comía caca
En aquel mítico lago
El encandilamiento nos llevó allí
Hasta quedar hundidos
Entre aquellas aguas de cuento
E implorar más bien
Por la ducha más próxima
Un torrente que nos arrancara la inconsciencia
Y asimismo la conciencia
Bañarnos en caca fue la broma
De unos vecinos de Ypacaraí
Que nos animaron a zambullirnos
Cómo no
Tal como fue aquella humorada
Que los indígenas gastaran al capitán Aguirre
Sabedores de su creencia en el oro
Hasta justo antes que él y su tierna hija
Y la entera tripulación de su navío
Trocaran en macacos
Post morten
Sin qué ni por qué sobre la desnuda cubierta
Visión de Lima
La ciudad
Debajo de una serpiente herida
La ciudad mi ciudad
Hecha polvo
Mi madre mi padre
Mis hermanos ausentes
Y esta nube de tierra
Y esta serpiente de tierra
Sobre mi atónito
Y silencioso corazón
[Ciego por unos instantes veo]
Ciego por unos instantes veo
La poesía por todas partes
Bulbos flores palacios iluminados
Tal como nuestros padres
Incautamente la imaginaron
O una enorme vagina
Con guillotina al ristre
Tal como y desde no hace mucho
Muchas poetas la conciben
La confusión se agrava
En nuestros tan colonizados países
Los poetas peruanos quieren ser argentinos
Los cuales se han esforzado en ser
británicos
Los poetas dominicanos quieren ser
españoles
De cepa pura
Cuando estos últimos hace tiempo
Perdieron el rumbo de su lírica
Generación Nutella o de la chocolatina
Denominaríamos a la más reciente de sus
promociones
Si no sobrepujaran queriendo tomar este
lugar
Asimismo otros nombres
De la experiencia de la conciencia
Junto con el de la chocolatina
La ética nos tiene irremediablemente
cogidos
A todos y cada uno
La moral del Norte heredera de calvinistas
Y calvos a modo de sabios o sabihondos
Acaso sólo el Brasil se salva de todo esto
Porque desde el pasado más remoto
Se la pasa en éxtasis
Y no escribe sino que baila en imágenes
Que devuelven sin pausa otras semejantes
Chorro acompañado siempre
De una u otra contagiante canción
A los Andes corresponde poner en letras de
molde
El remolino de hojas de paños de olas
De
juego de piernas y amagues sin fin
De
la extática poesía do Brasil
Uruguay se casó con una idea del honor
Porta estandarte previo a cualquiera de
sus versos
Fijos dalgos de ojos vendados
Derecho al más obtuso de los despeñaderos
Bolivia, ice cream del mundo
Aunque de una sola bola
Porque el helado de dos
Continúan siendo los Himalayas
Paraguay, agua para atragantar la sed
Y cotidianidad para aburrirse sin medida
Estados Unidos, el modo más absurdo
De perder el tiempo de la mente y trocarlo
Por supermercados satisfechos
Venezuela, …
Colombia, cuya poesía de delicados
ademanes
Trastocara para siempre Raúl Gómez Jattin
Ecuador, un porfiado pasillo
Chile, territorio de poetas vencedores
Y que por lo tanto ignoran
La decisiva voz de la derrota
El Panamá y la poesía no publicada en
libro
De los Kuna
Centroamérica, equivalente a Fuente
Vaqueros
O Santiago de Chuco, tierra del indio
Rubén Darío
A quien sin embargo hemos leído
Como si de Antonio o Manuel Machado se
tratara
A todas las bestias y sus bostas de poesía
A nuestras estoicas aves de rapiña o
aunque sea de corral
Que no han cesado de volar o intentado
elevarse
A todas las mujeres hermosas de América
Latina
Porque todas lo son
Al río que oculta y es frío
Al sol que no oculta y resulta abrazador
A esas calles breves entrecruzadas y
populosas
Donde hallé mi destino
Como si de un beso del sol mismo se
tratara
Como si una inundación en los ojos fuera
Como si un perfil humano tornado
Ovejo pantera buitre estrella
Y seguiríamos sumando
Como si en ello precisamente consistiera
© Pedro Granados, 2023
miércoles, 15 de noviembre de 2023
UN ALA
Una ala siento y me toca
Va del esternón a mis intestinos
Pienso con ustedes pienso
Aunque sea un uraño
Qué me está pasando
Un sonido opaco agradable
Al interior de mi tórax
Barrunto sucedáneo aleatorio
Son palabras que no uso con frecuencia
Pero se parecen a esta sensación
Y a este sonido
Timbal caja guira
El simple chasquido de mis dedos
Sobre el aire siempre dispuesto
Pulgar contra el cordial para no morir
Mi padre descabalgando de su cama
Para irse no fuera de su cuarto
Sino de golpe al otro mundo
A un otro mundo
Aunque entre los brazos de Germán
Igual que la Madonna con su hijo
Recién recuperado de la cruz
En mis juegos de autista
De la infancia de ahora mismo
Entreví lo que sucedía
Una puerta de viento giratoria me llevaba
Desde aquí para aquí mismo
Aunque yo estaba un segundo antes
A un pestañeo antes
A sólo un pasar de saliva
Poesía que se parece al hastío
Poesía de brazos agarrotados
De un único ojo frontal
Pareciera ser la que escribe
La que ahora mismo escribo
Un aire pesado contra el viento tenaz
Mi propio cuerpo
La mitad entre las dos alas de un ave
Ya sumergido
© Pedro Granados, 2023
domingo, 22 de octubre de 2023
[Escribo desde Lagunas-Mocupe]
A Charito y su mamá
Escribo desde Lagunas-Mocupe
De lleno ya tomado por la arena
Con la cual coincidimos por carácter
Y acaso también por constancia y paciencia
Soy de lleno el mejor poeta y lector
De toda mi generación
Pero como ocurre con la arena
Esto no se sabe anda lejos
Es ventisca desde la playa todavía
No endiosar a ningún contemporáneo
Acaso sea la máxima siempre a seguir
De otra manera estimaríamos que A. Cisneros
Sólo se ha escondido por un momento
Que Varela fue Lispector
Que Hora zero tuvo algo que decir
Más allá de la ducha
O que la poesía es ahora consejos y advertencias
Tal como monitorea la institución literaria vigente
Todo un bien aderezado botiquín de autoayuda
© Pedro Granados, 2023