“¿ha llegado el momento de/ considerar las trayectorias de concentración, los hábitos de consumo, las demandas/ materiales de existir/ en el poema?/ En otras palabras/ ¿cómo decir paisaje sin decir incendio?”
Lo cual es casi análogo, en tono y motivo, a aquella “Oración” de Antonio Cisneros:
Cómo decirle pelo al pelo
diente al diente
rabo al rabo
y no nombrar la rata.
Frisancho que, en Ese Campo minado (2024), ha sabido fundir a Cisneros y Montalbetti:
“El problema, por supuesto, nunca fue el lenguaje-lenguaje.
El problema siempre fue nuestra respiración
o, mejor dicho, nuestra imposibilidad de respirar
y el silencio que (no) nombra lo que nos asfixia”
En fin, en esta nuestra reciente visita a El Virrey, todavía quedaría lugar para confirmar la filo-artística “Masturbación” de Bruno Pólack, en poema homónimo.
Y, aunque no se trate ya más de libros de poemas, toparnos a la salida de esta librería miraflorina con un poster tan cursi (algo menos los poemarios) como esta sesuda declaración de Alberto Vergara para El Comercio, a página completa y a todo color:
“Qué puede ser más peruano y global que Vallejo” P.G.
He leído mucho sobre el tema taller pero hasta ahora no había encontrado esta perspectiva. Como lectora, celebro la lucidez del autor”, Juana Porro (Argentina)