lunes, 1 de junio de 2015

KARAOKE


Estoy seguro que sobrevivirá mi poesía.
Que fui de largo mejor que Gelman
Mucho menos aburrido que Pacheco
Y que en el Perú --pero si ya lo saben--
Mi par preferido de chimpunes fueron
César Vallejo, por izquierda;
Y por derecha Martín Adán.
Que varios gestos se aclimataron
En aquello que escribía.
Pero  ninguno en rol protagónico:
Barroco, minimalismo, conversación,
Sentido lúdico y del otro
Aunque todo a la  manera de un B.B.
No fui un declamador pudiéndolo haber sido.
Y me negué a vender abalorios de colores
A mis escolarizados contemporáneos:
La eufonía de un tal Luis García Montero.
Soy la mitad mujer
Por esto no fui feminista.  Por pudor
Ante  la redundancia.  Tampoco
Precisé de algún otro embalaje
Para mi poesía.
Y siempre preferí un alma extraña
A una sabionda. 
Al final, no hay final.  Continúo
En mi blog como varios libros posibles.
Armen uno donde aparezca Germán,
Germán Granados Agüero, mi hermano querido.
Y el único que --verdaderamente--
Aquiles canta.


 A modo de celebrar, este mes de junio, los pimeros ocho años del blog de pedro granados (19/ 06/ 2007).  Un gran abrazo a nuestros amigos y otro, aunque un tantico distinto, a nuestros enemigos que no son pocos.  Dios ponga cabe a nuestras lágrimas.

sábado, 23 de mayo de 2015

lunes, 18 de mayo de 2015

TALLER de PEDRO GRANADOS en BAHÍA



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Agradezco la invitación de Carlos Bonfim, talentoso investigador y profesor brasileño (UFBA), a dicho evento.

jueves, 16 de abril de 2015

El Perú y yo




Estoy orgulloso de jamás haber publicado en Hueso húmero.
Estoy orgulloso de que la Casa de la Literatura Peruana
ahora mismo me  evite.
Estoy orgulloso de no ser  un damnificado más
ni  tener que pensar como Antonio Cornejo Polar
ni como sus discípulos menos .
Estoy orgulloso de no ser un funcionario del sentido común.
Y de haber estudiado en la PUCP
y en BU, aunque sin el membership de ninguna.
Me alegro de no haber sido Antonio Cisneros; casi
iba a decir, ninguno de los Cisneros.  Pero
con Luis Jaime nos cagábamos de la risa,
mutuamente, inmediatamente, sin tener
que usar palabras y acaso
ni siquiera pensamientos.
Me alegro de Adán (Martín) y de Germán (Paulino)
--poeta y hermano mío--
y de mi madre,
mis mentores en esto de la poesía.
Me alegro de las mujeres que he amado
a pesar de mi exceso de amor.
Me alegro de la gente
en los mercados y en las fiestas
donde  veo Trilce.
Y me alegro de ser el mejor lector
que ha tenido César Vallejo.
Pero esto de modo  arbitrario o no serio.
Por joder, como siempre.


sábado, 24 de enero de 2015

Menos de ella


A mis inminentes 60 años

Ha pasado el tiempo
Irremediablemente
Como también de modo  irremediable
Nosotros mismos
Los recuerdos de mi padre dicen
Que él leía pequeñas historias
Para sus hijos
Y hacia gallitos inimitables
Origamis salados cuyos pliegues
Como una danza
Hasta aquí llegan
Porque de sal  es que hemos sobrevivido
Sal como gracia y buenaventura
Cómo no
Si la hemos besado con los besos
De nuestra boca
Y sal en tanto atropello, mezquindad
Cerrazón general
Buena poesía de mierda tenemos
Sustentada en el organillo de nuestras
Apetencias
Y nuestras omnipotentes penas
“No hay nada político en lo que dice, pero todo es político. Como los herméticos italianos se vale de la poesía para denunciar, pero se asienta más allá de lo panfletario, en la esencia de la poesía, en ese lugar que trasciende épocas como un río perpetuo, y que va recorriendo las diversas realidades históricas a través de un hilo conductor: custodiar la belleza-verdad, cuya peculiaridad es cambiar siempre de rostro: somos uno siempre, y esta es la razón por la que podemos realmente ser todos”
De la Fuente Umetsu acierta
Entre mis paisanos
Como también acertó Martín Adán:
“con viva gratitud/
por el envío de sus bellos poemas”
Preparándonos
Para llegar a viejos y escépticos de todo
Menos de ella



*Me provoca hacer un balance de la crítica de la poesía peruana, digamos, post-Mariátegui.  Y también, en la medida de lo posible, de la crítica a nivel de la región.  La poesía es su crítica.  Labor por ahora complicada porque --como siempre-- carezco de auspicios; aunque de algún modo mi manuscrito engavetado, "Autismo comprometido: sobre poesía latinoamericana reciente",  brinda ya algunas luces.  Lo que sí podría anticipar es que en este periodo hemos tenido la suerte de tener pésimos lectores de poesía; gracias a los cuales hemos reaccionado e intentado trabajar  nuestro propio huerto.  Y también extraordinarios críticos: Julio Ortega o Amálio Pinheiro, a modo de ejemplo.