miércoles, 9 de marzo de 2011

Poema en hucha


Para mi hermano, Julio Granados

I

Obtuso el horizonte

Y no saber a dónde ir.

No es por falta de mirada, pues,

Es por los años.

Pero, aunque, sin embargo.

Meter los dedos sobre esta pantalla

Este fluido de vida

Esta ola de viaje

Y llegar

A cada una de las cosas

Inalcanzables

O que irremediables

Posponemos

Acostarme otra vez

Con la putica de Río

Desflorar de nuevo

Entre la oscuridad y su piel

De luz y de levadura

De faro e improvisado puerto

Los años y esta aurora

Y esta sensación trémula

De que jamás he de morir

Y de que nunca

Han de cumplirse del todo

Estos sueños

Ave del deseo en el más allá

Escritura post-morten

Mística en otra mística

Pre-anunciada



II

Palos contra el viento

Remos jadeantes

En la alta mar

Del cielo

El lenguaje

Naciente

Como de su madre

Mis hombros y una bola de luz

De la vértebra izquierda

A la vértebra derecha

Pendulando

Una decisión sencilla

Imposible

Y extrañamente fácil

Levantar los brazos

Y recibir

Aplicarse a escribir

Y escribir

Y no salvarse en ello

Salvar la fuente

El tentáculo

La refulgente mirada

La promesa

En ello

Respiro ancho

Lloro

Empapo íntegro el paisaje

En ello

Me consuelo en ello

El lenguaje nacido

De su madre

Velado por su progenitora

Me enhucho en ello.


(Celebrando este 9 de marzo, también, mi propio enésimo cumpleños)

domingo, 20 de febrero de 2011

CYBORG ANDINO-CARIBEÑO/ Armando Almánzar Botello


Al poeta y crítico peruano Pedro Granados

Paradójica y sabia poesía la del Cyborg.
Desbordante de energía afirmativa
su dicción sobria lúcida coloquial y filosa:
cuchillo de un carnicero taoísta.

Próxima y remota:
Paradójica y sabia poesía la del Cyborg.

Ella sirve de refugio a un furioso
temible y tierno animal
-ávido de eternidad en tránsito-
que olfatea y palpa el cuerpo erógeno donde confluyen:

la temible desnudez de la mujer
el neón seductor de la noche
la retracción desafiante de la página en blanco…

Paradójica y sabia poesía la del Cyborg.

Voz del desierto en la ciudad y el hueso.
Palabras de una soledad y de un exilio que al decirse
crean el espacio de un posible encuentro:
la quena la pena el tambor y la mujer del sueño.

Poesía del acoso y de la pérdida,
del apetito de altura y del fluir del mar....
Alas: Olas presurosas… Hilos: Laberintos mestizos
de Ariadna indescifrada...

La escritura impertérrita del mito,
de lo mixto,
intenta crear un "nosotros" intensivo
en el peregrinar iniciático
y en el desasimiento.

Paradójica y sabia poesía la del Cyborg.
Conjunctio: Teseo y Minotauro.

Desengañada su dureza en ciertos versos cortantes
inédita criatura nómada permite
respirar la flor maravillosa de lo (im)propio
presentir la geografía ilegible de otros textos.

Y extrañamente logra transmitirnos
el hechizo:

Amorosos abrazos
disyuntivos: goces ¡mundos!

¡Doloroso arte de vivir cayendo!...

Con las manos del Cyborg la poesía toca
ataca explora
la textura hiriente de las cosas.
Fosforesce de nuevo la mágica evidencia:
¡lo palpable!

Ulises que a Ítaca no llegara nunca,
piensa: ¡el único posible asentamiento
está en el viaje!

El poeta dionístico dice:
la posible y frágil salvación
tan sólo nos aguarda
en los labios indescritos del enigma:

La belleza terriblemente fugaz que ahora amo,
¡siempre!

¡Oh latido secreto del rizoma
letra femenina de la noche
paragrama subterráneo de los cuerpos!

Paradójica y sabia poesía la del Cyborg.
En su página escribe lo que salva:

El goce fluyente del poema encarnado.

sábado, 12 de febrero de 2011

¿Qué no es este blog?


Un pizarrón de noticias.

Un megáfono para propagar, aún más, la cultura de moda.

Una tribuna grupal, una one-jé, unas tablas de la ley…

Un ok en el directorio de lo holístico, vaya nombrecito.

Algo en qué confiar. Algún cimiento

sobre el que poder construir.

Una buena intención. Un pensamiento bueno.

Una moneda dialogante.

Una prebenda a cambio de continuar

con lo de sobra conocido;

con los de sobra conocidos: "sellones".

Una tecnología, una didáctica, un diseño.

No oculta, eso sí,

quererse sumar a la poesía:

“humito del lenguaje”.

Según el sabio y eterno estudiante

de educación primaria,

mi recordado y querido

tierno hermano Germán.