lunes, 13 de enero de 2025

LA MIRADA

 


Granados demuestra una vez más que es un artista con calle poética, cuya voz se resiste a categorizaciones simplistas y cuyo oficio gana vigencia con el paso del tiempo. El reconocido poeta y académico limeño revela entonces el lugar que la poesía, como epistemología y concepción del mundo, ocupa en la vida diaria. Así, al reconciliar los caóticos mundos interno y externo a través de un intelecto cruelmente tierno y sensual, La mirada de Pedro Granados se erige como un referente en la poesía contemporánea: ‘una nave / hacia la noche / hacia el día / hacia el horizonte’.
Carlos Llaza


Mirar no es una operación abstracta del cuerpo sobre un objeto. De modo semejante a los zorros arguedianos, en la mirada granadina acontece una epifanía no exclusiva de los seres humanos. Es una mirada en red en la que el todo tiene ojos para ver y devolvernos a su vez la mirada. Una epifanía del cuerpo que no es una promesa más lanzada hacia el futuro, sino una experiencia que es posible todos los días. Pensar desde la epifanía, ya sea rememorándola o rindiéndole tributo, es uno de los rasgos distintivos de la reflexión poética de Granados.
Carlos Quenaya


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jueves, 9 de enero de 2025

ROXOSOL

 


La poesía de Pedro Granados es el hilo de habla que emerge de una herida en el cuerpo del lenguaje español. Habla que es hilo de vida, huella de sangre, texto de la voz que borbotea con asombro y convicción. Estos poemas, por lo mismo, palpitan en cada sílaba, con sobriedad y desnudez, o con la dignidad que hay en la desnudez que recibe la palabra viva del poema como una rama de fuego arrancada de la voz. Esa palabra en carne propia reverbera en la intimidad de una conversación en la que la confesión y la súplica, la oración y la convocatoria, se suman, con ardor y sed, para que el poema sea una historia de vida, una breve memoria de la muerte viva. De allí la demanda que nos impone el poeta. Es una demanda de pasión vital y ardor verbal. Aun cuando el lenguaje sólo puede dar cuenta de la fragilidad y fugacidad del tiempo presente, el poema demora ese ardimiento, ese brío del habla en el coloquio. Como si la poesía fuese capaz de concedernos todavía verdad y piedad.
Julio Ortega

La poesía de Granados evoca el dislocado sentimiento de identificación con un terreno síquico y físico repleto de signos de un pasado desconocido y al mismo tiempo visible; físicamente, en las líneas que las ruinas subterráneas trazan en la tierra, y síquicamente, en la leyenda del cuerpo enterrado y el espíritu emergente del antiguo sol o Inkarrí.
Leslie Bary

O livro comemora os quarenta anos de vida poética do peruano Pedro Granados. A pujança da voz coloquial escancara o jogo solar entre a tristeza e a alegria, ilumina o vaivém morte e vida na paisagem, nos objetos e nos afetos cotidianos. Ninguém pode escapar desses versos curtos entremeados de dança e sol.
Amálio Pinheiro


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martes, 24 de diciembre de 2024

AbraZOO

 


Sobre un saludo personal de un buen amigo; actualísimo y pleno de sugerencias al futuro.

Que vivan los animales (nosotros incluidos).

Atte.,

El Lobo (una antigua chapa)


Feliz Navidad y próspero Año Nuevo.

viernes, 20 de diciembre de 2024

Seis ensayos deseantes: De Cárcel de amor a la post-última poesía española

 


Poeta sutil, epigramático, agudo, combina la virtud del buen crítico que borda y desborda, con un conocimiento cabal y justo, textos y contextos de variados géneros y épocas: desde la Cárcel de amor de Diego de San Pedro a la última poesía española… Un magnífico vuelo de bumerán: las lecturas del crítico, en sinuosos movimientos giratorios, vuelven al punto de partida: al lúcido poeta que es Pedro Granados.

Antonio Carreño (Brown University)

“Deseantes” describe con propiedad la naturaleza de estos cinco ensayos críticos del excelente poeta peruano Pedro Granados. Responden, como diría León Hebreo, a un esencial y trascendente erotismo, que proscribe la desidia y que abarca un concepto analógico del mundo. Mediante el análisis riguroso de una forma (un tropo, un tema, una obsesión), el profesor Pedro Granados da con el sentido, descubre y eleva al nivel de la aprehensión consciente los tonos armónicos más expresivos –tantas veces recónditos –y semánticamente centrales de los textos aquí considerados.

Alan E. Smith (Boston University)

“Excelente colección de ensayos”.

Jenaro Talens


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viernes, 13 de diciembre de 2024

[En la estratósfera con animales]

 


                    El Queirolo, Pueblo Libre, 11/12/2024


En la estratósfera con animales

Blancos oscuros y transparentes

Animales de mi alma empozada

De nuestros juegos de la infancia

Un desfile de soles como escarabajos

O viceversa

Leones tal como hormigas

O mis padres viejos ya y cansados

Semejantes a moscas jóvenes

Recientemente venidas de larvas

Múltiples ojos de luz

Ánimas en exceso

Amamos nos morimos

Seguimos compartiendo con nuestros compañeros

De promoción

Amigos por más de cincuenta años

Unas manos como antenas

Como garfios de inofensivas uñas

Como humanos frágiles

Cercanos ya a desaparecer

Tal como pulgas lombrices

Dioses encantadoras divas

Niños despreocupados comiendo

De su sabroso helado


© Pedro Granados, 13/12/2024



miércoles, 27 de noviembre de 2024

“Dibujos animados”: Pablo Salazar Calderón

 



Pablo Salazar Calderón ha logrado a sus cuarentaiséis años, la edad en que murió Vallejo, un gran poemario; el primero de ellos nació en París, el segundo falleció allí.  En medio y más allá de toda la parafernalia del vuelo espacial que aquí cunde, entre las luces fugaces y las tercas sombras,  hallamos –como en el cuento de Juan Rulfo, “No oyes ladrar los perros”– a un padre cargando sobre sus espaldas a un hijo.  En el caso de Rulfo, aquel padre está vivo y el hijo que carga hace rato que ya murió; mientras en Salazar Calderón, por el contrario, el hijo es el sujeto poético encaramado sobre un muerto, aunque este último se halle vivísimo: émbolo de amor y lucidez: auténtico Bus de la energía pura (Lima: Apogeo, 2024).  El presente entronque entre mejicano y peruano (aunque Salazar Calderón halla nacido en París) rebasa lo temático (la elegía al padre) y compromete, asimismo, la tesitura y calidad del monólogo transversal a todo el libro.  Otro autor que ha permitido a nuestro poeta liberarse de Antonio Cisneros (debemos huir de su trampa conformista: chamba no es chamba) son las estampas holográficas y minimalistas de 5 metros de poemas (Carlos Oquendo de Amat); es más, podríamos decir que Salazar Calderón interviene y continúa aquel poemario de 1927: “Porque sus ojos eran niños de Puno”, vale perfectamente para ambos poetas.  Julio Cortázar, Luis Hernández Camarero, ¿Pedro Granados? constituirían otros de los robots acaserados en aquella intrépida nave.  En síntesis, Pablo Salazar Calderón ha logrado invertir el concepto del poshumanismo cosmopolita, no se trataría de huir de este mundo, hostil o ultra contaminado (y ante todo injusto), sino de reapropiárnoslo vía la ternura y el cuidado (sobre todo si viene de Puno).  Son muchas otras las cosas a destacar de este  estupendo libro; el diseño del poemario (el control para ir revelando poco a poco, aunque cada vez más, al padre), los limpios aciertos metafóricos,  la idea misma del monólogo de un robot o Ikarus 10 absolutamente humano.  P.G.