lunes, 11 de marzo de 2024
EL VIENTO LEVE
lunes, 5 de febrero de 2024
Recoda a los “poetas vivos y más vivos del Perú”
CODA A LOS “POETAS VIVOS Y MÁS VIVOS DEL PERÚ”
“Los poetas vivos y más vivos del Perú (y también de otras latitudes)” es un texto de 2002, aunque creemos que luego de 22 años sigue fresco. En general, me reafirmo en lo que escribí allí. Aunque añadiría que también ya nos hastió, en tanto poeta, Carlos López Degregori (el cual se “salvó” en el texto primigenio), por unidimensional; es decir, por no dar pistas de que saldrá algún día de su monólogo y conflictos de clase media, de su narcisismo ya rancio. Y, también, agregar que el mayor aporte de Mario Montalbetti a la literatura y al pensamiento del Perú, fue el haber llevado –hacia los años ochenta– los recitales de poesía al Olivar de San Isidro. Asimismo, que la noria del “Taller de poesía de San Marcos” –que dirigen o dirigieron Marco Martos con Hildebrando Pérez por de medio siglo– fue lo segundo peor que le ocurrió a la poesía peruana; por contentarse y fomentar –bueno, acaso los tiempos no daban para otra cosa– el hipo-realismo bajo todas sus formas, prototipos de poetas incluido. Decimos lo segundo peor, porque lo primero siguen siendo los versos y la crítica de poesía o de arte que publica los domingos El Comercio; verbigracia, los párrafos de porfiado de J.C. Yrigoyen o los del invariablemente precoz S. Pimentel. Lo que urge más en nuestra poesía trasatlantica es talento y, en seguida, valentía, imaginación y buen humor para sacarla adelante. La poesía es un don, pero al mismo tiempo “la poesía es dignidad” (acaso el mejor verso de Luis Hernández Camarero). Por lo tanto, debemos hacernos dignos de ese don que constituye, a la larga, una sensibilidad que se sabe colectiva –como en su radical individualidad lo supo siempre César Vallejo– aunque ni políticos ni asesores de alguna cosa ni comerciantes ni profesores, de puro metidos, van a reconocer que no son poetas ni, en siguiente instancia, les interesa la poesía. Por más teoría de la recepción que en su descargo los socorra o post-autonomía de la literatura que intente ampararlos.
En fin, de cara al futuro, me provoca establecer un balance de la crítica de la poesía peruana, digamos, post-Mariátegui. Y, también, de la crítica a nivel de la región o, más bien, trasatlántica. La poesía es su crítica. Labor por ahora complicada porque –para variar– carezco de auspicios; aunque de algún modo mi manuscrito engavetado, “Autismo comprometido: sobre poesía hispana reciente”, brinde ya algunas luces*. Lo que sí podría anticipar es que en este periodo hemos tenido la suerte de tener pésimos lectores de poesía; gracias a los cuales reaccionamos e intentamos cultivar nuestro propio huerto. Entre tozudos reaccionarios/ as –que no aceptan, por ejemplo, sea el “cholito” César Vallejo, y no el clan Cisneros, el que realmente da la cara al mundo por el Perú — o lectores “comprometidos” que, de modo invariable, confunden la poesía con un discurso de ocasión. Fascistoides que trajinan a Eguren, hombre humilde y poeta probo, lo jalonan de aquí para allá para oponerlo a Vallejo; como si éste no hubiera sido el primero en reconocer la grandeza de Eguren, y dejara a nosotros percatarnos que este último está ya íntegro como una parte de Vallejo (sobre todo en Los heraldos negros). Sin embargo, es justo advertirlo, en el periodo también hemos contado con algunos excelentes lectores de poesía: Beatriz Sarlo, Julio Ortega, Amálio Pinheiro, Boris Schnaiderman o Teresa Guillén, a modo de muestra.
* Una versión menos ambiciosa de este último ya fue publicada, Autismo comprometido: Sobre poesía peruana reciente (Lima: Paracaídas Editores, 2013); libro que mereció –al margen del incisivo denuesto por los gazapos ortográficos allí colados– una muy generosa lectura por parte del finado y recordado Marco Aurelio Denegri.
RECODA A LOS “POETAS VIVOS Y MÁS VIVOS DEL PERÚ”
Publicamos esta “recoda” porque al asistir, hace muy poco, a una conferencia sobre canon literario lambayecano comprobamos que “la vida sigue igual”, asimismo, en el canon literario nacional. La nuestra fue en poesía, años 70 al presente, una época de grupos tenaces disputándose la carcasa del poder simbólico local; los más militantes entre estos, Hora Zero y Kloaka, con el apoyo incondicional de la institución literaria en su totalidad (prensa, academia, bares limeños y algunos de provincia). Grupos del oficialismo, pues, despertando adhesiones y simpatías entre propios y ajenos (el snob académico internacional). Las individualidades de la “derecha” no fueron tan empoderadas –como ahora se dice– o proactivas, la realidad económico-social del país no estaba para nada a su favor; aunque, ahora mismo, comprobamos que se premia y reconoce a los más calladitos entre este colectivo, por lo general, limeño y evadido de la realidad. Ciertamente, las cosas se inclinan cada vez más, no sólo en poesía, hacia el margen derecho del río; es decir, hacia una cuita de los sentimientos o frustraciones, en paralelo, a una demostración de lo tan agudos o inteligentes que podemos ser. Que la poesía, al contrario de lo dicho por Celan, no se expone, sino se impone. Y que “La sabiduría sin valentía es estéril”, como ya lo decía nuestro contemporáneo, Baltasar Gracián. P.G.
domingo, 28 de enero de 2024
Desaparecer un cuerpo
Desaparecer un cuerpo es lo más semejante a escribir un poema. Este protocolo vuelve al poema semejante a ejecutar un crimen y desintegrar el cadáver. Ata la cultura a la incultura, la paz a la violencia, la vida a la muerte. Ácidos y otros insumos aplicados rápido sobre la piel, músculos, órganos, cartílagos y huesos hasta verlos deslizarse —juntos e indistintos– en el alcantarillado de la bañera. Aunque todo esto auto-aplicado, en primer lugar, contra quien escribe el poema; con análoga medida y similar efecto corrosivo sobre cuerpo y alma. Sobre los recuerdos más tiernos o aquellos más humillantes. Contradicciones y antítesis las cobija por igual la escritura. Diluye la especificidad de lo humano en otra y mayor dimensión. El aroma del mar o el verde amarillo de la retama en primavera. Luego de aplicarme a pensar, parsimonioso y concentrado, no hallo otra cosa que mis ideas ensopadas entre los resbaladizos meandros de mi cerebro. ¿Qué joya me llevo sino el deseo de ser todavía más humano? Olas, lluvia, desierto, noche y tempestades. P.G.
Dedicado a Rodolfo Fuentes, fallecido hace poco en Cumbayá de Quito, y a su compañera María Eugenia.
lunes, 8 de enero de 2024
El poeta más odiado del Perú
domingo, 7 de enero de 2024
VICE – SECHURA
Para Amálio Pinheiro
I
De Sechura las garzas
Invisibles
Y asimismo las cabrillas
Harto visibles
Ignoro si amagamos la pandemia
Con la tantísima canícula
Donde fueron muriendo los garzas
Y más aún las nociones de lo mío
Y lo tuyo
Pero nunca las cabrillas
De un solo ojo
Que andaban rajadas por la mitad
Tal como mi oscilante alegría
Un solo ojo para orientarse
Y para hacerle compañía al sol
Rajado él mismo
Como la cabrilla como nosotros
Como casi todo
II
La gente sale del manglar cada día
Porque también nació de él
Y emerge de él hasta con el tiempo
Volverse una costra dura
Una mácula una pétrea espuma
Insignificantes en medio del desierto
Nosotros hemos bebido y comido
De aquella entraña
Es decir
Hemos conocido el sabor de la arena
Y desde los pies nos hemos impulsado
Cotidianamente
Fuera de aquel imantado fango
De labios tan ávidos como untuosos
III
Viajar en moto taxi sobre aquellos desiertos
Es idéntico a remontar el cielo
Olvidarse de lo más elemental
Y no por ello
Adosarte a una fe palpable ostensible práctica
Una vaina de algarrobo seca y dulce
Ante pesadísimo tráfico
Briznas al sol
Garzas en huesecillos
Polvareda de remotas civilizaciones
¿Cómo irías a condenarte
Entre tanto amarre a tu corazón
Y en medio de este fango?
© Pedro Granados, 2021
sábado, 30 de diciembre de 2023
Por un 2024 en simetría
Foto por Rosario Bartolini, 2023
Por un año nuevo sin políticos ni policías ni poetas
Ni, por lo regular, alguna mezcla entre ellos
Vendiéndonos o lo hiporreal, por un lado,
O al mero humo de sus sesos, por el otro
El pensamiento anda virgen allá afuera
Y no es exclusivo de los humanos
Tal como consta en esta reveladora fotografía
Una mirada terca del horizonte hacia nosotros
© Pedro Granados, 2023
lunes, 25 de diciembre de 2023
TALLER DE RITMO 2024
Para encontrar tu propio ritmo o ecualizarlo
Taller de poesía online por cuencas culturales: “para encontrar tu propio ritmo o ecualizarlo”
Caribe, para sacudirse de Pablo Neruda.
Cono Sur, para que en nuestro contrato con el lector no intentemos, desde un principio, pasar por tipos listos.
Brasil, para que nuestro performance (cuerpo y ritmo) aterrice mejor en nosotros mismos y luego, y con más potencia, en el papel u otro soporte a través de la escritura. No estamos conminados a la poesía de autoayuda (“acción poética”); ni, tampoco, limitados a trascribir en portunhol selvagem.
Andina, para que leamos en su real expresión, de modo gozoso, a nuestro César Vallejo.
Amazonía, para sacudirse del espejismo y culto de los medios –exotismo, multiplicidad de lenguas u otros mimetismos– y optemos siempre, más bien, por las sensibilidades (ejemplo, la poesía “en español” de Luis Urteaga Cabrera); estas últimas nuestra lengua común.
Latina (USA), para que dialoguemos más fluidamente con las demás cuencas culturales; y descubramos que nos ligan más afinidades que nos separan aparentes diferencias.
España, para que una vez superadas la “poesía de la experiencia” y la “poesía de la conciencia” y la “poesía de la chocolatina”, etc., tomemos distancia y percibamos todo aquello como desde otra margen, la de América Latina.
México, porque no todo fue Octavio Paz ni todo debe ser ahora infrarrealismo o un Bukowski, no de sótano, sino de vitrina.
En español, portunhol selvagem, spanglish y un largo etcétera.
Contacto: vasinfin@gmail.com