lunes, 8 de enero de 2024
El poeta más odiado del Perú
domingo, 7 de enero de 2024
VICE – SECHURA
Para Amálio Pinheiro
I
De Sechura las garzas
Invisibles
Y asimismo las cabrillas
Harto visibles
Ignoro si amagamos la pandemia
Con la tantísima canícula
Donde fueron muriendo los garzas
Y más aún las nociones de lo mío
Y lo tuyo
Pero nunca las cabrillas
De un solo ojo
Que andaban rajadas por la mitad
Tal como mi oscilante alegría
Un solo ojo para orientarse
Y para hacerle compañía al sol
Rajado él mismo
Como la cabrilla como nosotros
Como casi todo
II
La gente sale del manglar cada día
Porque también nació de él
Y emerge de él hasta con el tiempo
Volverse una costra dura
Una mácula una pétrea espuma
Insignificantes en medio del desierto
Nosotros hemos bebido y comido
De aquella entraña
Es decir
Hemos conocido el sabor de la arena
Y desde los pies nos hemos impulsado
Cotidianamente
Fuera de aquel imantado fango
De labios tan ávidos como untuosos
III
Viajar en moto taxi sobre aquellos desiertos
Es idéntico a remontar el cielo
Olvidarse de lo más elemental
Y no por ello
Adosarte a una fe palpable ostensible práctica
Una vaina de algarrobo seca y dulce
Ante pesadísimo tráfico
Briznas al sol
Garzas en huesecillos
Polvareda de remotas civilizaciones
¿Cómo irías a condenarte
Entre tanto amarre a tu corazón
Y en medio de este fango?
© Pedro Granados, 2021
sábado, 30 de diciembre de 2023
Por un 2024 en simetría
Foto por Rosario Bartolini, 2023
Por un año nuevo sin políticos ni policías ni poetas
Ni, por lo regular, alguna mezcla entre ellos
Vendiéndonos o lo hiporreal, por un lado,
O al mero humo de sus sesos, por el otro
El pensamiento anda virgen allá afuera
Y no es exclusivo de los humanos
Tal como consta en esta reveladora fotografía
Una mirada terca del horizonte hacia nosotros
© Pedro Granados, 2023
lunes, 25 de diciembre de 2023
TALLER DE RITMO 2024
Para encontrar tu propio ritmo o ecualizarlo
Taller de poesía online por cuencas culturales: “para encontrar tu propio ritmo o ecualizarlo”
Caribe, para sacudirse de Pablo Neruda.
Cono Sur, para que en nuestro contrato con el lector no intentemos, desde un principio, pasar por tipos listos.
Brasil, para que nuestro performance (cuerpo y ritmo) aterrice mejor en nosotros mismos y luego, y con más potencia, en el papel u otro soporte a través de la escritura. No estamos conminados a la poesía de autoayuda (“acción poética”); ni, tampoco, limitados a trascribir en portunhol selvagem.
Andina, para que leamos en su real expresión, de modo gozoso, a nuestro César Vallejo.
Amazonía, para sacudirse del espejismo y culto de los medios –exotismo, multiplicidad de lenguas u otros mimetismos– y optemos siempre, más bien, por las sensibilidades (ejemplo, la poesía “en español” de Luis Urteaga Cabrera); estas últimas nuestra lengua común.
Latina (USA), para que dialoguemos más fluidamente con las demás cuencas culturales; y descubramos que nos ligan más afinidades que nos separan aparentes diferencias.
España, para que una vez superadas la “poesía de la experiencia” y la “poesía de la conciencia” y la “poesía de la chocolatina”, etc., tomemos distancia y percibamos todo aquello como desde otra margen, la de América Latina.
México, porque no todo fue Octavio Paz ni todo debe ser ahora infrarrealismo o un Bukowski, no de sótano, sino de vitrina.
En español, portunhol selvagem, spanglish y un largo etcétera.
Contacto: vasinfin@gmail.com
viernes, 15 de diciembre de 2023
domingo, 3 de diciembre de 2023
El pratí
Desde antes del desayuno, se puso a hablar en pratí y no regresó más. -Kas ves ta guru guru, -bo coró coró, fueron algunas de las frases o glosolalias a las que mi mujer había echado mano. En un principio, este lenguaje fue difícil incluso para Mique, nuestro tan inquieto perro, que había pasado una noche particularmente agitada con los cohetes y cohetecillos de alguna festividad en el radio de un kilómetro o más de nuestra, aunque pequeña, cómoda casa. Desde hace un año habitábamos en Lagunas, distrito de Mocupe en Lambayeque. Los lugareños nos identificaban como aquella pareja que vivía en la huaca o la huaquilla porque, sin soslayar las pálidas huellas de un intenso huaqueo en la zona, vivíamos un tanto en plano alto, sobre una discreta loma desde donde se podía escuchar con claridad el mar y percibir, un tanto a lo lejos, si las olas lucían verdes, azules o con el denso color de la tierra. Entre mi esposa y yo, el pratí era nuestro lenguaje íntimo --aquel que no sale del estrecho cubículo de la cuita o del amor--, la cual de un momento a otro se levantara de la cama y se pusiera a dicharachear en ese idioma era lo que llamaba la atención. Para ir sin rodeos, ni Mique, nuestro perro, ni yo entendíamos algo más allá de darle bola al asunto. -ves to que mi, --aru aru; eran algunas otras frases arrojadas por ahí, algunas de las cuales yo podía seguir y con pudor responder; aunque en lo íntimo experimentara la zozobra de la revelación de un secreto, de algo privado hecho público. Sin embargo, traté de continuar el plan que ya nos habíamos trazado para esa mañana. Un par de días atrás acordamos que el viernes, luego del desayuno, daríamos una caminata --de unos cuarenta minutos, más o menos-- hasta la boca toma; hermoso estuario que junta al río Zaña con las siempre insomnes aguas del mar de Lagunas. En realidad, aunque meses ya viviendo en la zona, era recién nuestra segunda visita a aquella boca toma; la primera fue siguiendo las voces del pueblo que ya nos habían hablado de aquel lugar, mítico por sus enormes langostinos. Sin embargo, ni procuramos ni fuimos hasta allí preparados para capturar algunos de estos sabrosos bichos. Sólo seguiamos el rastro de la arena mojada por la prendida marea, de las piedras vomitadas la noche anterior por el mar, del viento que continuaba dándole alas a aquellas íntimas confidencias de mi querida esposa . -tura manu, -socio lele, -nana guanaba, entre algunas otras, aunque ahora de un modo más continuo y enfático; es decir, más público, sonoro y claro mientras nos íbamos aproximando a aquel luminoso y sereno estuario. Ante cuya orilla mi esposa de pronto se detuvo y nos juntó, a Mique y a mí, muy cerca suyo. Formábamos los tres, ahora reunidos con todo el cercano y lejano entorno, una abigarrada multitud donde la luz del sol junto con el aliento de las olas nos atravesaban como si de una puerta abierta se tratara. -Owababa, -yiyu enoku, -a veces sale a caminar, -esta mujer se halla siempre entre las oquedades de la orilla, pero a veces quiere salir a caminar.
© Pedro Granados, 2023
viernes, 1 de diciembre de 2023
El mejor poema peruano de los últimos cien años
[Ciego por unos instantes veo]
Ciego por unos instantes veo
La poesía por todas partes
Bulbos flores palacios iluminados
Tal como nuestros padres
Incautamente la imaginaron
O una enorme vagina
Con guillotina al ristre
Tal como y desde no hace mucho
Muchas poetas la conciben
La confusión se agrava
En nuestros tan colonizados países
Los poetas peruanos quieren ser argentinos
Los cuales se han esforzado en ser británicos
Los poetas dominicanos quieren ser españoles
De cepa pura
Cuando estos últimos hace tiempo
Perdieron el rumbo de su lírica
Generación Nutella o de la chocolatina
Denominaríamos a la más reciente de sus promociones
Si no sobrepujaran queriendo tomar este lugar
Asimismo otros nombres
De la experiencia de la conciencia
Junto con el de la chocolatina
La ética nos tiene irremediablemente cogidos
A todos y cada uno
La moral del Norte heredera de calvinistas
Y calvos a modo de sabios o sabihondos
Acaso sólo el Brasil se salva de todo esto
Porque desde el pasado más remoto
Se la pasa en éxtasis
Y no escribe sino que baila en imágenes
Que devuelven sin pausa otras semejantes
Chorro acompañado siempre
De una u otra contagiante canción
A los Andes corresponde poner en letras de molde
El remolino de hojas de paños de olas
De juego de piernas y amagues sin fin
De la extática poesía do Brasil
Uruguay se casó con una idea del honor
Porta estandarte previo a cualquiera de sus versos
Fijos dalgos de ojos vendados
Derecho al más obtuso de los despeñaderos
Bolivia, ice cream del mundo
Aunque de una sola bola
Porque el helado de dos
Continúan siendo los Himalayas
Paraguay, agua para atragantar la sed
Y cotidianidad para aburrirse sin medida
Estados Unidos, el modo más absurdo
De perder el tiempo de la mente y trocarlo
Por supermercados satisfechos
Venezuela, …
Colombia, cuya poesía de delicados ademanes
Trastocara para siempre Raúl Gómez Jattin
Ecuador, un porfiado pasillo
Chile, territorio de poetas vencedores
Y que por lo tanto ignoran
La decisiva voz de la derrota
El Panamá y la poesía no publicada en libro
De los Kuna
Centroamérica, equivalente a Fuente Vaqueros
O Santiago de Chuco, tierra del indio Rubén Darío
A quien sin embargo hemos leído
Como si de Antonio o Manuel Machado se tratara
A todas las bestias y sus bostas de poesía
A nuestras estoicas aves de rapiña o aunque sea de corral
Que no han cesado de volar o intentado elevarse
A todas las mujeres hermosas de América Latina
Porque todas lo son
Al río que oculta y es frío
Al sol que no oculta y resulta abrazador
A esas calles breves entrecruzadas y populosas
Donde hallé mi destino
Como si de un beso del sol mismo se tratara
Como si una inundación en los ojos fuera
Como si un perfil humano tornado
Ovejo pantera buitre estrella
Y seguiríamos sumando
Como si en ello precisamente consistiera
©Pedro Granados, 2023