domingo, 27 de agosto de 2023

POESÍA ECUATORIANA: “YA EN EL SIGLO XXI”

 


http://blog.pucp.edu.pe/blog/granadospj/2023/08/27/poesia-ecuatoriana-ya-en-el-siglo-xxi/#more-13530

La buena poeta que hace aquí esta selección, Sara Vanégas, garantiza la potabilidad del conjunto; es más, resulta difícil encontrar otro autor/a de su categoría y nivel entre los nacidos en Ecuador durante la década de los cincuenta.  Su meticulosidad en el decir y el realismo feérico de Vanégas, herencia de Rubén Darío y Carlos Gangotena, descollan sobre otros formatos y voces de aquel período.  Luego de esta ola  habría que esperar, propiamente, hasta la década de los setenta con la poesía de Cristóbal Zapata (1968) y algunos otros, no muchos más, gestos de estilo.  Zapata junta los distintos panes –textura, motivos, aliento, circunstancias– de crochet que hereda de su tradición local (y overseas), los libera del “poema” y, a cambio, los instala en un bar, acaso en el perímetro del Iberia Square (1999), y en medio de una conversación casual y sin fronteras.  Ciertamente, en ninguna latitud, inteligencia, erotismo o humor son inmunes al paso del tiempo ni, tampoco, tienen asegurada la atención permanente del lector; sino que lo diga Aleyda Quevedo Rojas, presente en esta antología o, por ejemplo, cualquiera de sus colegas y contemporáneas poetas peruanas.  A modo de un saludable balance, por arruga o mancha o estropicio sobre el pulcro traje de Zapata –tal como “aquello” aguafiestas, ubicuo, en cualquiera de los cuadros de suculentas polinésicas de Paul Gauguin– aparecen los poemas de Raúl Vallejo o Luis Carlos Mussó, textos ecuatorianos y siempre tan latinoamericanos, a buena hora. P.G.



sábado, 26 de agosto de 2023

Asomado al agua mansa de mi computadora

Leyendo a César Vallejo te pillé

Te acompañaban dos muy dignos representantes

De lo que en parangón Georgette Phillipart

Denominara en su momento “hampa letrada”

Los tres entonces junto a una maestra

Puntual y diligente

De las que saben siempre de antemano

La moraleja de cuanto dirán

En fin, amigo, como sabemos de sobra

Que se baja para subir y la cuesta va muy alta

Como dijo nuestro destornillado compañero

Que se halla preso de tan libre

Y va solo de tan acompañado

Nunca antes hermanos mis hermanos

La crítica no robó nada al  “Cholo”.


© Pedro Granados, 2023


miércoles, 23 de agosto de 2023

LECTURA EN QUITO



 ENLACES PREVIOS CON LA POESÍA DEL ECUADOR:

Río Chinchipe: Poesía entre Ecuador y Perú



martes, 22 de agosto de 2023

Trilce, Relecturas

 


Granados_INTI_97-98 (2023) 451-455

TEXTO RELACIONADO:

“La crítica de Ortega no reproduce ventrílocuos, como las de sus contemporáneos Antonio Cornejo Polar o Ángel Rama, porque es de ida y vuelta; es decir, es refractaria al que la ejerce: reservas, reticencias, tanteos van de la mano con las certezas siempre bien urdidas y documentadas.  La metodología de su crítica consiste, pareciera, en una productiva disposición sobre el tablero; lectura proyectiva, diríase más atenta a la sintaxis que a las palabras, a los paradigmas que a las frases definitivas.  Aunque, a simple vista, su constante experimentación con el lenguaje (batir el cobre en procura de destellos en lugar de epítetos) parecería contradecir lo que vamos exponiendo” P.G.

César Vallejo: la crítica del porvenir


lunes, 21 de agosto de 2023

[No hablo portugués tampoco quechua]

 


A Rodolfo Fuentes

No hablo portugués tampoco quechua

No son necesarios

Como tampoco lo es

Me valiera del español

A mi hermano Germán se lo debo

“me obligó a emplear un lenguaje particular

para comunicarme con él”

Y este lenguaje, ningún otro, es el que manda

Y el que se queda

Y el que nos justifica ante el más allá

Y la naturaleza del más allá

-“Es la única persona que usted ha amado”

Detuvo mi discurso el psicólogo

Que por la década de los 80′

Nos atendiera en la Lima de Sendero

Y de los infames grupetes de poesía

De la época

Arribistas de toda laya

Confundidos hasta la médula

Manipuladores hasta el día de hoy

Tal como la crítica local adepta

A ese régimen

Sin embargo, me acompañaron las muchachas

De algún modo todas ellas burguesas

Aunque en el fondo procurara siempre

A las no burguesas

La cosa es que nos quedaba una tarea pendiente

Un trámite que acaso de modo tangencial

Ya hemos ido sorteando

“El poeta más odiado del Perú”

Soy entre mis paisanos y a mucha honra

De vidas fallidas o no es de lo que se trataba

¿Queda acaso alguna duda?

De lo que de antemano y no tan en el fondo

Siempre se trató

La poesía atraviesa transversalmente las lenguas

Y todos nuestros problemas

Aunque se entretiene ante nuestras humanas alegrías

Y ante nuestra “sombra” que no conocemos

Ni ameritamos lo necesario

Ante nuestras ganas e intentos de decir

Que en tanto encarnados

Son de por sí más que suficiente


ENLACE RELACIONADO:

http://blog.pucp.edu.pe/blog/granadospj/2017/10/18/el-poeta-mas-odiado-del-peru/



martes, 8 de agosto de 2023

Poesía brasileña actual: Librerías de SP

 



Más viejo vuelvo una vez más a São Paulo (SP).  La recorro con parsimonia, con el agrado agregado de que ya no pago en el metro; aunque no por efecto de alguna revolución social, sino, meramente, por ser ahora un adulto mayor.  Leo la ciudad, entonces, con la testa alta; aunque con la cabeza baja también la leo.  Ciudad íntima y universal como pocas en nuestro continente; y hoy por hoy, tal como Berlín o New York, en franca transformación hormonal.  En mutación no únicamente transgenérica, antigua vocación paulista plasmada y canonizada ya, por ejemplo, en su marcha anual por el orgullo gay.  La cala o la cabeza de playa actual va, más bien, mucho más lejos, o más cerca según desde dónde nos ubiquemos. Contra toda apariencia, el espacio le ha ganado por puesta de mano al tiempo en SP; los cuerpos, se van pareciendo, cada vez más, a los claroscuros de la ciudad y sus abarrotadas calles.  Lo que la generación actual se tatúa por dentro, ya no sólo por fuera, constituye un animal que asoma por doquier: mirada, vértebras y ágiles pantorrillas.  La migración o el salario insuficiente, de unos pocos o de unos muchos, ya es lo de menos frente a tan colosal diseño.  Animal hembra junto a su tararear de antigua canción de cuna.    Mamífera por antonomasia, São Paulo no ha dejado de ser un collage formidable y un pêssego dourado o un decisivo libro por venir. P.G.



lunes, 31 de julio de 2023

TALLER PARA POETAS

 


Individual, confidencial y por Internet.

Para todo formato: barroco, minimalista, coloquial, etcétera.

La idea es advertir lo que puede hacerse de modo más eficaz; el filón que se deja abierto; o lo que estando ante nuestros ojos no se termina de percibir.

Poetas en tanto lectores impresionistas, analíticos, venecianos o místicos son bienvenidos.

Se garantiza –luego de un tantito de paciencia– absoluta satisfacción.

Los honorarios del mediador se pagarán por adelantado.

Contacto:

vasinfin@gmail.com

Algunos comentarios sobre la poesía de Pedro Granados:

La poesía de Pedro Granados es el hilo de habla que emerge de una herida en el cuerpo del lenguaje español. Habla que es hilo de vida, huella de sangre, texto de la voz que borbotea con asombro y convicción. Estos poemas [Roxosol, 2018], por lo mismo, palpitan en cada sílaba, con sobriedad y desnudez, o con la dignidad que hay en la desnudez que recibe la palabra viva del poema como una rama de fuego arrancada de la voz. Esa palabra en carne propia reverbera en la intimidad de una conversación en la que la confesión y la súplica, la oración y la convocatoria, se suman, con ardor y sed, para que el poema sea una historia de vida, una breve memoria de la muerte viva. De allí la demanda que nos impone el poeta. Es una demanda de pasión vital y ardor verbal. Aun cuando el lenguaje sólo puede dar cuenta de la fragilidad y fugacidad del tiempo presente, el poema demora ese ardimiento, ese brío del habla en el coloquio. Como si la poesía  fuese capaz de concedernos todavía verdad y piedad.  Julio Ortega

La pregunta por la poesía peruana, si no la de toda nuestra región, coincide con la pregunta por Pedro Granados.  De qué otra manera podríamos explicarnos el fervor por la vida –entiéndase poesía– que suscita cuando lee sus poemas o cuando explica, por ejemplo, la obra de su compatriota César Vallejo.  Ningún otro poeta que conozcamos plantea el asunto como lo hace Pedro Granados.  La mayoría, desde un empaque de seguridades (entre esto la prensa solícita en captar y comunicar novedades) termina en incertidumbres, soliloquios o descrédito (y desafuero) incluso del pensamiento en sus poemas.  En cambio, en la poesía del peruano, ocurre exactamente lo opuesto, desde un empaque de fragilidad o murrmullo, su texto echa mano de las múltiples dimensiones que somos y entre las cuales nos movemos y poco a poco (segundo a segundo) termina reconstruyéndonos.  Levanta la piedra que somos, la lengua de agua ávida que somos. Vivimos para que nos beban, existimos para la compañía, de antemano somos una orquesta (los estudiosos hablan de una red) de seres que circulan del día a la sombra; aunque  de cara inequívocamente al sol.  Todo esto nos lo hace recordar, mejor dicho, lo sabe encarnar la poesía de Pedro Granados.  Agua volcada de la noria, rueda escapada de la carreta de la poesía actual de nuestro continente. Bruno Melo Martins

Res, el más reciente poemario [inminente] de Pedro Granados, es la apuesta de quien desde Sin motivo aparente (1978) ha fraguado un camino aparte de bombos y comparsas en la poesía peruana. Arte poético que se ha destilado a punta de ritmo, pensamiento y una singular mirada. Catalejo hecho con las propias manos al que ahora mismo los lectores podemos asomarnos, pero no para encontrar los fuegos fatuos del lenguaje, que suelen deslumbrar a la academia absorta en la agenda teórica de moda, ni para ganar el aplauso de los nuevos militantes de la poesía social, tan ávidos de respuestas de cara a la coyuntura. Sin falsas certidumbres ni vanaglorias pasajeras, estos poemas nos hablan con una voz que percibe el mundo con lucidez, emoción y desconcierto. Como un acto de amor, los poemas de este libro nos reafirman en el deseo y nos recuerdan que la poesía es también una forma de fervor por el mundo, atónitos los ojos y abiertos el corazón y las manos. Carlos Eduardo Quenaya