jueves, 20 de junio de 2013

Bruselas en la lluvia




I
Bruselas en la lluvia
Mis manos aquí
Contigo
Despertar reír
Como esas cosas que faltan
En la poesía de ahora
Mejor dicho sobran
Sobre nuestros
Tan sedientos oídos
Si la poesía no está hecha
De palabras
Ya lo sabemos suaves
Las yemas sobre el teclado
Suave la diferencia
Tolerada la semejanza
Entre mi madre muerta
Y la misma ya viva
Entre Bruselas
Y mi habitación azul
Con lluvia y conmigo
Con su corazón

II
El sonido busca otro sonido
Como mi alma hasta ahora
Busca mi cuerpo
En ti
Me temo que he sido feliz
Más feliz que dios
Y que el diablo
Si contemplaras conmigo
La tarde ancha
Si estos dedos me obedecen
Te hago la tarde y te hago
Los aplausos dentro de  tus venas
Pero si no he venido
Sino a saludar a la audiencia
Por un rato
Y a lo que salga
Una forma
Donde apenas reconozco mis manos
Tocando la poesía

III
Altas las manos
Con el índice el tema
Negro sobre negro el tema
Que quedará
Entre paréntesis
Expandir pedir desear
Hasta las últimas consecuencias
De las manos
Hasta esta noche
Del corazón
Pero
Son tuyos soy tuyo
Para desearte
Mis dedos
Y lo que despierta mis manos
Lo que zambulle
Nuestro espíritu
Y lo que lo solaza allí
En lo hondo en lo negro en lo oscuro
Del deseo
Hasta las últimas consecuencias
Te he amado
Y el tema
Metido con los índices duros
Contra la vida
Siempre es el mismo siempre
Es uno
Y es acaso todos

IV
Preferir preferirte
Llama oscura
Inerte manso inerte
Y otra vez desarmado
Ante tus caricias
Parados en la ciudad
En el cruce
En la baldosa
De aquella avenida
La mirada cambia su lógica
Miras lo que sistemáticamente
Escondo
Dejar entrar a las palabras
Porque ya no importa
Si son o no son palabras
Si están de más
O si acompañan al sonido
Al deseo
Pero no me atrevo a decir
Ni alma ni democracia
Porque probablemente
Pierda el poema
Y yo el sentido
Escribo como lo que no soy
Borrado entre estas teclas
De la máquina libre
De pensar de llegar a algún puerto
Piso las palabras mejor
Y saco la lengua
Y termino me interrumpo
Donde puedo querido lector
Ingenuo como yo
Manso y vulnerable
Como yo y no como

V
Por último tus manos
Y tus pies bajo la lluvia
De Bruselas
Bajos ante la lluvia
Pero qué se le va a hacer
Si nos zambullimos y nos
Morimos por acá
Y aún así secretamente
Vivimos
Por encima de dios y del diablo
Que no escriben poesía
La que nos llevó al río
La muy inocente
Y nosotros desarmados
La amamos
Inocentes la amamos
Como humanos la amamos


VI
La desdicha toca
A nuestra puerta
Pero también la poesía
Dedos de yacaré
Son los que te hunden
Las vértebras en
La poesía
Monstruo verde que no cesa



domingo, 26 de mayo de 2013

[Llegar de incógnitos]


 Llegar de incógnitos

Con un  anzuelo coger

Entre las que den el peso

Si  es inferior se completa

Con piedrecitas en sus bolsillos

 Tráfico humano,  la poesía

Contrabando artero

Suicidio culposo

E incesto con el ave

Que todos llevamos dentro

-Te tienen miedo, Pedro

Y qué culpa tendríamos

Si nos hemos  quedado

 Jugando hasta muerte



Iría, como el poema anterior ("2064"), a un apartado del poemario ACTIVADO (...haciéndose).

domingo, 19 de mayo de 2013

Año 2064




I
Guardas algo de tu memoria adulta
Luces antenas arborescentes
El sabor del deseo también
La bruma
Del odio y de la tristeza
Cerrada  la mirada
Se filtra también algo
Menos sencillo de identificar
La alegría innata
Y no esta pre-programada
De ahora mismo
Esta como postiza
De ahora mismo


II
Aprendimos a ser como niños
E inofensivos
Y multiculturales
Y asexuados
Desde finales del siglo XX
Desaparecimos del mapa
Y hemos vuelto
Amnésicos
Aunque con burilada agenda
No recuerdo a mi madre
Y no la necesito
Mucho menos a mi padre
Pero sé que no sé
Rememoro
Aquello palpan a veces
Mis viejas células humanas
Y me acurruco contra la piedra
Y trato de hundirme
Y  de enroscarme con ella
Incluso al mirarte
Directamente a los ojos
Y hablarte
Con este lenguaje de polvo
Toda esta nube
Que desde y cada amanecer nos envuelve.

18-19/ 5/ 2013


viernes, 29 de marzo de 2013

Viernes santo de un poeta




Requerir requerirte
Flor pistilo
Contra la tremenda noche
Dos tres cuatro inútiles
Gestos
Ante la hecatombe
Ya muerto suicidado asesinado
Qué duda cabe
Con un resto de flor viva
Para envenenar a la muerte
Que es mucha masiva y poderosa
Para matar a la muerte
Para eso te requiero
Coro inaudible
Desde mi pecho enamorado
Lágrimas sobre  mis lágrimas
Así aumentadas y desbordadas y hoscas
Contra todo aquello que mata

A la memoria de mis padres

jueves, 21 de febrero de 2013

[Agua devota es la poesía]



Agua devota es la poesía
Un coro desde dentro
Del mundo y desde
El interior del agua.

Gratuita y gratis
Para los alfa
Y los alfabetizados
Para casi todos
Menos
Aquellos blandos de corazón.

No estar orgullosos de nada
Aunque  un tanto  osos
Eso sí
Con una garra con dos
Contra las indeseables
Abejas y contra
El sol deseable.

Porque tus ojos muy viejos
Son dos niños
Sorprendidos
A  la intemperie carnicera
Que no es la poesía.

Como uno
Como dos
Como casi todos
Incurables e irremediables
Esquirla
Que no sabemos dónde irá a parar.


sábado, 9 de febrero de 2013

[Nosotros los latinoamericanos]


Nosotros los latinoamericanos no tenemos la historia ni el nivel de corrupción del canónico occidente. Nacimos después y somos aprendices. La poesía siempre ha convivido con la corrupción. Es imposible se liguen el ansia del poder y la manipulación social con la poesía. Aunque tengamos excepciones, por cierto, Neruda y Octavio Paz (por ejemplo); aunque el psicosocial que constituyeron (¿qué aún constituyen?) no fuera monitoriado por ellos mismos. La poesía está que se muere, la pobrecita; pero no muere, ni jamás morirá. No depende de nosotros matarla, depende de la poesía. Pero prepárese el que quiere seguirla, a ser destruido; no sólo por ella, por su torpeza al amarnos: sus afiladas rodillas y codos de adolescente. Sino también por la sociedad, por cualquiera de ellas, y sus instituciones. Nadie quiere pasar por tonto ocupado. Nadie desea admitir que debió dedicarse a aquello que rechazó un día. Un día en que la poesía le puso un cabe de puro traviesa; un cabe para detenernos a pensar; un cabe con su respectiva almohadilla. Pero nos vamos muriendo. Ya se murió Vallejo, el del tercer ojo. Ya se murió César Moro, el que sabía amar. Ya se murió Martín Adán, el niño autista de tirantes y saco malolientes. Ya se murió Luchito, el de la vox horrísona. Son la únicas muertes que cuentan en la poesía peruana (por ejemplo). No existe ninguna otra, hasta ahora. Hasta que se muera Pedro Granados. Y los miles de hijos de puta, que son tres gatos en la poesía, se percaten; ha, recuerden; ok, acaso añadan a la lista. Pero nunca admitan que estuvieron más lúcida, coordinada y sistemáticamente ciegos que la puta madre



Con mis saludos cordiales,
PG

jueves, 7 de febrero de 2013

[La distancia entre una palabra]



La distancia entre una palabra

Y la otra

Cuando ellas no hacen el poema

Bueno, nunca sólo ellas lo hacen

Pero hablemos en serio, o sea

En broma

Porque no sabemos absolutamente nada

De las palabras ni del poema

Salvo que se encuentran en las calles

Llenas de gente llena de palabras

Que a veces son poesía

Pero subir una vez más al autobús

No quiero

Tampoco ir monologando

Harto de mi propia voz

Escucharte, eso sí

Verte

Mordiendo mi corazón

Con paños fríos para la fiebre

Escribir porque somos queridos

Porque somos amados

Porque nos hemos muerto

Disculpen que no fui poeta

De modo ininterrumpido

Que cedí a ser profesor

Ni amé el tiempo que me tocó

Subir a los ómnibus y raspar mi día

Contra la corriente

Estoy lleno de hijos

Que no atiendo o ignoro

Todo el mundo

Que me tiene harto y me hincha

Y me hace saber que estoy viejo

Cómo justificar si hubiera

Mi papel cometa

Mi cuarto de hora

En este mundo de vivos eternos

Gente que sabe tirar los dados

Y tú bobo de ver seis y otra vez seis

Por duplicado y por cuatro

Pendejos que se juegan el universo

Deberíamos hacer una epogé

De todo lo que no somos

Y quedarnos con la poesía

Que pobrecita alienta

Pero tiene los ojos bizcos ya

De vergüenza ajena

Pero no puede ser carajo

Ni siquiera respetan a la poesía

Que no está hecha de palabras

Sino todita de pura dignidad

Poesía es dignidad

Como dijo Lucho o Luisito Hernández

Aunque lo tomemos tan sólo

Como el que tomaba

Y sonreía atento hacia la cámara

Entre Luisito y Vallejo y algunos otros

Como Dalton y Cabral de Melo Neto

Anda el poema que no es profesor

Y que no tiene que subir a los ómnibus

Que no enseña nada salvo

Que el poema no está hecho de palabras

Sino que es este mordido bocado

De tu propio corazón

Y esta alta temperatura

Contra todo aire acondicionado

Salvo la poesía que dice solita

Sin mí sin este ridículo ropaje

Que me he ido poniendo

Sin darme ni cuenta y por contentar

A los que han vivido conmigo

Salvo la poesía que dice solita

A pesar de enseñar y subir a los ómnibus

O quizá por eso mismo

Cierto modo de enlazarme la corbata

Cierta manera de subirme la tonada

Ante tanto tonto ocupado

Y vivo eterno

Cierta materia preciosa

Cuando uno está muerto y además mudo


 
(To "Activado")