jueves, 11 de mayo de 2023

Por qué

 


A mi esposa Charito 

Por qué no soy tan conocido como G. Montero

O como R. Z.

Por qué no gano un centavo con la poesía

Por qué tengo pesados paquetes de poemarios

Y ensayos

Estorbando mis pasos y los de los míos

En medio de mi hogar aguantatodo

Por qué no puedo asistir invitado a Cádi

Ciudad que todavía no conozco

A leer poemas

O a Guadalajara para hablar sobre César Vallejo

Qué gavilla de comemierdas dirige todo esto

Lo de la cultura lo de la poesía lo del discurso

De ocasión

Que a duras penas ha sido ocasión

Para ganarme de vez en cuando un bizcocho

Cuando yo les puedo presentar a la poesía misma

Hace un rato se fue a dar una vuelta

Cuando yo les puedo traer a Dios si lo desean

Para ustedes solitos para cada uno

Y queden en gracia y sin pecado para siempre

Qué antítesis qué nivel de oxímoron vallejiano

Explica todo esto

Salvo que mientras más intentan ningunearnos

Nuestra entraña es cada vez más de poesía

Váyase íntegra a la mierda entonces

La institución que no quiere leernos

Ni invitarnos a la próxima celebración literaria

De caras de palo aunque con bocaditos

Porque aquí no hay lugar


©Pedro Granados, 2023


sábado, 6 de mayo de 2023

viernes, 14 de abril de 2023

POEMAS EN LAGUNAS

 


*

La triste realidad de la vida

No todo lo que brilla es oro ni nada es

Simplemente soy quien soy

Por la abundancia habla la boca

**

El narcisista

Hasta la lluvia que viene de lo alto termina en mis

Pies y la termino pisando

***

El sol del sol

Es tan hermosa con su radiante luz

X D tan brillante como mi ex Romina soy Iván

Su mirada es tan profunda

Como un diamante

****

Mar al mirar

*****

A mi pueblo Lagunas

Es muy buena y muy hermosa

Con su playa resplandeciente

Y su sol hermoso

Y sus habitantes desgraciados e

Infelices como yo y tú Haker

De FRI Toyes


Textos breves fruto de un primer taller de escritura colectiva en la institución educativa, “Julio Armas Loyola” (Lagunas, Mocupe, Lambayeque).  Entre los estudiantes de 3ero al 5to de secundaria y este mediador.


viernes, 17 de marzo de 2023

¿Por qué has escrito, Pedro; qué tipo de crítica practicas y con qué finalidad; que esperas?

 

Junto a Julio Juvenal (de aquí lo de “Juvenal Agüero” en mis novelas cortas), el de pelo oscuro, mi hermano mayor.

Recién salidos de una diarrea impenitente donde, hace un par de días, nuestra opinión acaso hubiera sido mucho peor, estimo que escribí para –sin intentar ni pretender ni, menos, desvelarme– devolver mi experiencia de la poesía al papel.  Conforme avanzó el tiempo, incluso con menor cuidado; ya los fundamentos habían sido asimilados; y lo que había que hacer era disparar, hurtar, sicariar al lector tal como venía la mano.  Abuso de confianza de mi parte que, a veces, más bien en los ensayos, no ha sido muy acertado hacerlo (sobre todo si pensamos en introducción, desarrollo, conclusión).  Pero que en la poesía, tampoco en alguno que otro ensayo, tiene antecedentes; aunque no iguales en el mundo entero.

Practico una crítica ontológica, es decir, cada uno de nosotros nacemos para hacer algo en esta vida; pero la que eligieron la inmensa mayoría de los líricos actuales no fue la correcta.  Siempre hay chance para reparar en esto y arrepentirse, aunque ignoro si sea para ganar el cielo.  Qué es lo que quiero decir, que los poetas consagrados (en demasía) no hagan el juego a la institución literaria que les da la teta; porque el status que ocupan no se los da la poesía, sino la institución que los manipula; absolutamente nada más.  Respecto a los que recién publican, y luego de un sincero acto de contrición, pregúntense ¿pa qué? (Nicanor Parra dixit).  Crítica desde los cojones antes que desde alguna teoría, crítica desde los libros y las certeras mentadas de madre que educaron nuestros oídos.

No espero absolutamente nada desde los fantoches que representan la poesía de aquí o de acullá.  Lo que merecía ya lo recibí.  Y recibí de sobra lo que merecía.



miércoles, 15 de marzo de 2023

[Estoy a punto de escribir desde el otro lado]

 


Estoy a punto de escribir desde el otro lado

Roto ya y sin motivo alguno

Sin ninguna motivación

Salvo

Por el solo hecho de escribir

Incluso más lejos de la muerte

Incluso más cerca de la vida

Escribir sin manos como el pez

Ni hocico ni pies ni mirada

Salvo

Por irresistible adoración  estremecido


© Pedro Granados, 2023


lunes, 13 de marzo de 2023

A puerta cerrada” LGM

 


Poesía pegajosa, cómo no; mejor dicho, sweety Spanish, el grano de la voz que alcanzamos a escuchar aquí. Voz que no va a ninguna otra parte, y apurada en sus convencionales finales a estos poemas, más que a sí misma.  A una suerte de íntimamente no acreditar (muy distinto a no creer merecer), aunque siempre relativos, su vasta audiencia y éxito mediático.  Probablemente los adeptos a LGM me tildarán de mezquino o incluso de envidioso, qué le vamos a hacer, aquél es ya un ultra publicado; mientras su servidor continúa adolescente y desconocido.  Pero jamás desorejado ni adulador de melancolías; de música hecha acaso para intentar conjurar, cada fin de semana, nuestro hórrido día a día.  Conformes con nuestro salario, lugar en el mundo, ubicación en alguna de las tantísimas y variopintas subculturas del orbe.  Luego de ser planchados por estos versos deberíamos salir muy contentos a la calle, aunque nuestra camisa dominguera tenga un roto y le falten algunos botones.  LGM, no me lo creo.  Nunca me lo creí. P.G.

TEXTO RELACIONADO:

Corría el mes de agosto de 1988 en El Escorial. Nos encontrábamos gozando de una beca al Primer Curso de Verano de la Universidad Complutense de Madrid. En un recinto abarrotado, de iniciados y de público en general, se asistía a algo así como a una sucesión en el trono o al cambio de posta en alguna final de prueba olímpica. Incómodamente embutido en una silla de ruedas, hallábase en lo alto del proscenio el poeta Rafael Alberti; también la figura con aire adolescente de Luis García Montero. El poeta mayor, pues, cedía los lauros, monitoreaba, empleaba sus buenos oficios –no sabríamos cómo precisarlo– a favor de uno joven (andaluz como el autor de Marinero en tierra) e importante gestor de lo que llegaría a denominarse –un poco más tarde– “poesía de la experiencia”.

Después de los discursos de orden y la lectura de algunos poemas de Alberti, le tocó el turno al granadino. Aunque en ese entonces no conocíamos su obra, fuimos testigos incrédulos de lo bien que se pagaba en España el fácil recurso a la eufonía, y del montaje oportunista de cierta prensa capitalina…

Desde otra margen: La última poesía española