martes, 29 de agosto de 2023

[En el Ecuador hay lugar todavía]

 


En el Ecuador hay lugar todavía 

Para el toque de anís en las comidas

Y para el saludo de cortesía

En la vía pública

Sin embargo y muy pronto

Ambas cosas serán arrasadas

Por un baño de realidad

Uno no puede andar por ahí así

Indefinidamente

La poesía troca por auto exigencia

La autenticidad de las canciones del campo

No es necesaria ni tampoco es tal

Ni la idea de un “puente” cultural o musical

A JMA le quedó corta la teoría

En vez de “puente” o mediación

El mascarón de proa del montaje

Es lo más genuino desde Trilce

No le alcanzó la teoría pero sí la poesía

Lo legal lo puro lo esencial

Siempre con su guiño travieso

Trilce es el actual canto en quechua o en aymara

Nuestro más íntimo jopará

Un baño de realidad empieza siempre

Con una escrupulosa limpieza de oídos

Así que adiós a los desorejados

A los albaceas de otros que pensaron antes

Por nosotros

Adiós a los amos de llaves

Y funcionarios del sentido común

Los andes se revuelven entre sus cantos

Con un exceso de especería

Y delicados aromas a romero o anís

La poesía es sólo un tablero de sal desnudo y liso

Sobre este liviano marco dejamos nuestra entraña

La audacia y técnica de nuestras rápidas huellas

Un horizonte díscolo donde no caben intermediarios

Y donde se baila sin zapatillas ni tijeras

Ni otras luces cocidas contra nuestra pechera

Más altas o distintas al ocaso

 

© Pedro Granados, 2023



domingo, 27 de agosto de 2023

POESÍA ECUATORIANA: “YA EN EL SIGLO XXI”

 


http://blog.pucp.edu.pe/blog/granadospj/2023/08/27/poesia-ecuatoriana-ya-en-el-siglo-xxi/#more-13530

La buena poeta que hace aquí esta selección, Sara Vanégas, garantiza la potabilidad del conjunto; es más, resulta difícil encontrar otro autor/a de su categoría y nivel entre los nacidos en Ecuador durante la década de los cincuenta.  Su meticulosidad en el decir y el realismo feérico de Vanégas, herencia de Rubén Darío y Carlos Gangotena, descollan sobre otros formatos y voces de aquel período.  Luego de esta ola  habría que esperar, propiamente, hasta la década de los setenta con la poesía de Cristóbal Zapata (1968) y algunos otros, no muchos más, gestos de estilo.  Zapata junta los distintos panes –textura, motivos, aliento, circunstancias– de crochet que hereda de su tradición local (y overseas), los libera del “poema” y, a cambio, los instala en un bar, acaso en el perímetro del Iberia Square (1999), y en medio de una conversación casual y sin fronteras.  Ciertamente, en ninguna latitud, inteligencia, erotismo o humor son inmunes al paso del tiempo ni, tampoco, tienen asegurada la atención permanente del lector; sino que lo diga Aleyda Quevedo Rojas, presente en esta antología o, por ejemplo, cualquiera de sus colegas y contemporáneas poetas peruanas.  A modo de un saludable balance, por arruga o mancha o estropicio sobre el pulcro traje de Zapata –tal como “aquello” aguafiestas, ubicuo, en cualquiera de los cuadros de suculentas polinésicas de Paul Gauguin– aparecen los poemas de Raúl Vallejo o Luis Carlos Mussó, textos ecuatorianos y siempre tan latinoamericanos, a buena hora. P.G.



sábado, 26 de agosto de 2023

Asomado al agua mansa de mi computadora

Leyendo a César Vallejo te pillé

Te acompañaban dos muy dignos representantes

De lo que en parangón Georgette Phillipart

Denominara en su momento “hampa letrada”

Los tres entonces junto a una maestra

Puntual y diligente

De las que saben siempre de antemano

La moraleja de cuanto dirán

En fin, amigo, como sabemos de sobra

Que se baja para subir y la cuesta va muy alta

Como dijo nuestro destornillado compañero

Que se halla preso de tan libre

Y va solo de tan acompañado

Nunca antes hermanos mis hermanos

La crítica no robó nada al  “Cholo”.


© Pedro Granados, 2023


miércoles, 23 de agosto de 2023

LECTURA EN QUITO



 ENLACES PREVIOS CON LA POESÍA DEL ECUADOR:

Río Chinchipe: Poesía entre Ecuador y Perú



martes, 22 de agosto de 2023

Trilce, Relecturas

 


Granados_INTI_97-98 (2023) 451-455

TEXTO RELACIONADO:

“La crítica de Ortega no reproduce ventrílocuos, como las de sus contemporáneos Antonio Cornejo Polar o Ángel Rama, porque es de ida y vuelta; es decir, es refractaria al que la ejerce: reservas, reticencias, tanteos van de la mano con las certezas siempre bien urdidas y documentadas.  La metodología de su crítica consiste, pareciera, en una productiva disposición sobre el tablero; lectura proyectiva, diríase más atenta a la sintaxis que a las palabras, a los paradigmas que a las frases definitivas.  Aunque, a simple vista, su constante experimentación con el lenguaje (batir el cobre en procura de destellos en lugar de epítetos) parecería contradecir lo que vamos exponiendo” P.G.

César Vallejo: la crítica del porvenir


lunes, 21 de agosto de 2023

[No hablo portugués tampoco quechua]

 


A Rodolfo Fuentes

No hablo portugués tampoco quechua

No son necesarios

Como tampoco lo es

Me valiera del español

A mi hermano Germán se lo debo

“me obligó a emplear un lenguaje particular

para comunicarme con él”

Y este lenguaje, ningún otro, es el que manda

Y el que se queda

Y el que nos justifica ante el más allá

Y la naturaleza del más allá

-“Es la única persona que usted ha amado”

Detuvo mi discurso el psicólogo

Que por la década de los 80′

Nos atendiera en la Lima de Sendero

Y de los infames grupetes de poesía

De la época

Arribistas de toda laya

Confundidos hasta la médula

Manipuladores hasta el día de hoy

Tal como la crítica local adepta

A ese régimen

Sin embargo, me acompañaron las muchachas

De algún modo todas ellas burguesas

Aunque en el fondo procurara siempre

A las no burguesas

La cosa es que nos quedaba una tarea pendiente

Un trámite que acaso de modo tangencial

Ya hemos ido sorteando

“El poeta más odiado del Perú”

Soy entre mis paisanos y a mucha honra

De vidas fallidas o no es de lo que se trataba

¿Queda acaso alguna duda?

De lo que de antemano y no tan en el fondo

Siempre se trató

La poesía atraviesa transversalmente las lenguas

Y todos nuestros problemas

Aunque se entretiene ante nuestras humanas alegrías

Y ante nuestra “sombra” que no conocemos

Ni ameritamos lo necesario

Ante nuestras ganas e intentos de decir

Que en tanto encarnados

Son de por sí más que suficiente


ENLACE RELACIONADO:

http://blog.pucp.edu.pe/blog/granadospj/2017/10/18/el-poeta-mas-odiado-del-peru/



martes, 8 de agosto de 2023

Poesía brasileña actual: Librerías de SP

 



Más viejo vuelvo una vez más a São Paulo (SP).  La recorro con parsimonia, con el agrado agregado de que ya no pago en el metro; aunque no por efecto de alguna revolución social, sino, meramente, por ser ahora un adulto mayor.  Leo la ciudad, entonces, con la testa alta; aunque con la cabeza baja también la leo.  Ciudad íntima y universal como pocas en nuestro continente; y hoy por hoy, tal como Berlín o New York, en franca transformación hormonal.  En mutación no únicamente transgenérica, antigua vocación paulista plasmada y canonizada ya, por ejemplo, en su marcha anual por el orgullo gay.  La cala o la cabeza de playa actual va, más bien, mucho más lejos, o más cerca según desde dónde nos ubiquemos. Contra toda apariencia, el espacio le ha ganado por puesta de mano al tiempo en SP; los cuerpos, se van pareciendo, cada vez más, a los claroscuros de la ciudad y sus abarrotadas calles.  Lo que la generación actual se tatúa por dentro, ya no sólo por fuera, constituye un animal que asoma por doquier: mirada, vértebras y ágiles pantorrillas.  La migración o el salario insuficiente, de unos pocos o de unos muchos, ya es lo de menos frente a tan colosal diseño.  Animal hembra junto a su tararear de antigua canción de cuna.    Mamífera por antonomasia, São Paulo no ha dejado de ser un collage formidable y un pêssego dourado o un decisivo libro por venir. P.G.