jueves, 29 de noviembre de 2018

Chat peruano II

Ustedes no me llegan ni al pincho
Lenguaraces poetas de feria
El que no ha leído mi poesía, que se joda
Los andinos queremos sentirnos del cono sur
Y militar en la nada a lo que dé lugar
Lo mismo los poetas brasileños
Aunque hallemos multinaturalistas excepciones
La nada es un dolor de estómago vacío, nada más
Y una tenaz negación a no lavar los platos
Porque aquello desde niños lo hizo nuestra mamá
La nada no existe durante un partido de fútbol
Ni ante un crepúsculo
Si previamente
No nos han lavado el coco los libros
Ni nos guiamos únicamente por conceptos
La poesía es el flash no el daguerrotipo
La poesía, una persecución donde tú eres la víctima
El perseguido
Aunque intentes parapetarte contra ello
Con  argumentaciones y mucho más con poemas
Un gasto exorbitante de tiempo, no de cultura
La poesía nunca es el poema

martes, 13 de noviembre de 2018

Chat peruano


Me quedé solo entre un mar de mediocres y cobardes
-Eres un apestado, me dice Fredy
De visita en esta isla de monologantes
Este recodo olvidado del archipiélago
Si no tuviera fe si no tuviera amor
Si no te tuviera
Hace rato que hubiera dado con mis restos
En la huaca más próxima a mi domicilio
Pensar en el Perú es imposible
Porque aquí todo el mundo sólo
Quiere tener la razón
Algo se quebró en la placenta misma
De todos los peruanos
Una vocación común de huele pedos
Huevas y mojones
Es difícil encontrar un ser vivo que ya se haya graduado
Salvo por colosal accidente de la naturaleza
Por ciego empuje del desamor
Por  soledad letal
O por unos ojos donde dios directamente nos habita
Perú, excepcional agonizante
De  un lado los mineros
Del otro, la masa de esclavos (Simón Bolivar dixit)
Unos ojos donde dios directamente nos habita
Si no, más bien, unos polvorientos desechos
Una ropas estrujadas por el tiempo por la nada
Por lo invisible por el alma
Que tenaces  se han ido tragando
Casi ya el total de  nuestro miserable  cuerpo

martes, 6 de noviembre de 2018

Roxosol: a vocação da poesia/ Bruno Eliezer Melo Martins

Pedro Granados completa 40 anos dedicados à poesia, ativado e mais firme do que nunca em sua labuta poética e marginalmente verdadeira. Publicou este ano, em Lima, no Peru, uma edição bilíngue (espanhol e português) o livro Roxosol, com tradução para o português de Amálio Pinheiro e apresentação de Julio Ortega e saiu pelo editorial Cascahuesos. Para aqueles que se perguntam que palavra é essa que nomeia o livro é uma junção, mirada num presságio fantasmagórico de três sóis de cores distintas: amarelo, roxo e azul: Roxosol. E a capa comemorativa é da artista plástica colombiana Bibiana Vélez Cobo.
Algumas notas da leitura do livro são brevemente necessárias, uma tentação para a leitura ou talvez apenas uma tentativa de homenagem. Dedicar-se à poesia é uma vocação e sua maior recompensa poderia ser uma espécie de sobrevivência em radical esquecimento em um de seus poemas de Roxosol. A radicalidade da poesia pedrogranadiana se estende na absoluta liberdade de sua sintaxe intima e revive em um fio que nas palavras de Julio Ortega nos concede verdade e piedade.
Granados cria para si uma religião e gravita sobre ela como dom da poesia, a quem sempre clama por sua presença. Transforma-a em uma entidade e seus poemas são preces e rezas, alguns tão convulsivos que chegam a criar uma língua, como se tivesse o dom bíblico das línguas estranhas. Contudo o que centra seus cânticos de louvor é a poesia, por ela o poeta vibra, pede intercessão e notamos que a maior dádiva é o comparecimento poético encarnado em papel, prensa e leitura. Quando a presença poética se manifesta somos conduzidos ao oásis e as palavras são gestos e carícias, ler sua poesia é performar com o coração nas mãos.
Notamos o diálogo do poeta com uma sóbria poesia-entidade, com ela estabelece uma mágica consonância simbólica, cada poema é recriado num princípio de verbos desafiantes e em libidinosa língua. A tradução de Amálio Pinheiro consegue transformar os peruanismos em expressões assentadas na estranheza que enriquecem a língua portuguesa falada e escrita no Brasil. Expressões intraduzíveis encrustam vocábulos novos em nosso favor. Os poemas produzem uma caudalosa espiral durante a leitura, é preciso dançar com a língua nos dentes e encontrar na malemolência do ritmo o intruso poético que penetra na idade madura e nos convida ao espetáculo de um céu e três sois.

sábado, 8 de septiembre de 2018

miércoles, 2 de mayo de 2018

AL FILO DEL REGLAMENTO (Poesía: 1978-2018)

Mi hermano Germán o el arte de la poesía
Hermano, si tú supieras con tanto amor. Con tanta luz apagada en los muros de nuestro pequeño barrio. Con tanto cariño por ti, hermano. Porque tú has sido de otra manera mi padre, mi amigo, siendo mayor has sido mi pequeño. Si supieras cómo ilumina tu espíritu hecho de tantísimas muertes con sentido, de tantísimo amor desbordado, hecho de la misma gratuidad que merecen las flores, los actos en los cuales se puede morir por un amigo, la belleza que sutilmente nos aniquila. Si tú supieras hermano querido, ahora que las palabras te buscan para ofrecerte su mejor ungüento, el más caro, el más fino. Ahora que lo gasto todo, que lo invierto todo siquiera para espantar aquello que te pueda injuriar, aquello que te pueda hacer daño, aquello que ni tu sombra merece. Por eso, hermano, por esos retazos de humanidad con los que aún nos cubrimos, por ese paisaje de la ciudad que tú purificas, por tu ternura de ratón, y el vuelo sosegado con que atas los cabos de nuestra cada vez más extensa familia.  Por eso, hermano, por eso te celebro.  Mudo ante estas entrecortadas letras.  En espíritu de peregrino y adorador. Jugándome la camisa y el corazón tal como tú me has enseñado. Justo eso, la camisa y el corazón.