En vida me la hube pasado
Buscando un interlocutor
Recuerdo borrosamente
Que al principio
De cuando el principio principia
Iba a mi lado el hechizo
Pero no era una voluntaria compañía
Un tanto más consciente fue luego
Mi necesidad de los insectos
Aunque muchas veces me portaba como un
Verdadero ser humano con ellos
Les tendía emboscadas
Les preparaba bebedizos
Los rociaba con insecticidas
Elaborados con toda la clase
De remedios para la tos o colirios
O sal de frutas que por allí encontraba
Inmortales
Los insectos emergían desde este fango
Limpiaban ojos antes que extremidades
Y por lo general escapaban volando
Por cierto, sólo lo lograban
Aquellos que con antelación permitía
Los que habían demostrado empatía
De insecto conmigo
Una suerte de comprensión previa
Honda e irreductible
De lo que allí pasaba
Apenas percibía aquellas facultades
(antaño mi intuición era fulminante)
Tenían el camino abierto para vencer
Aunque no sin antes sufrir como todos
Como cada uno
Hoy que nos hemos hecho del todo semejantes
Me ejercito a diario en la comprensión
Y en su eventual recompensa
Porque lo de intuitivos de modo irremediable
Ya lo hemos perdido
©Pedro Granados, 2025