miércoles, 11 de abril de 2012
jueves, 29 de marzo de 2012
Leite Neto
Qué dicha.
Borges hablándonos
sobre la cubierta.
Borges y yo,
solos. No hay nadie.
(Es muy temprano todavía).
Sobre este navío que nos conduce
--a mí y a mi memoria de Borges--
hacia un lugar aún desconocido.
El puerto no nos consta,
mucho menos al río.
A este río que navegamos
con repentina dicha
y extrañeza.
La popa es nuestra proa
--todo va quedando adelante--
y sabemos lo que decimos,
aunque no por dónde andamos.
El Amazonas es más antiguo
y más vasto que nuestro recuerdo.
domingo, 25 de marzo de 2012
VISIÓN DE LIMA
miércoles, 14 de marzo de 2012
BASURA Y POESÍA
Recuerdo con claridad que allá por inicios de los años 70 del siglo pasado, en mi íntimo colegio popular y parroquial de Lima, un joven, talentoso y entusiasta profesor de Arte --Enrique Bustamante-- nos iniciaba en el collage. Son las clases que mejor recuerdo y que por ese entonces adoraba. Jamás traía al aula los reglamentarios cuarto de pliego de cartulina, revistas, tijeras ni, mucho menos, la goma. Justo cuando faltaban unos quince minutos para terminar la clase --y presentar nuestros trabajos-- compraba a alguno de mis compañeros, por unos pocos centavos, una cartulina que ya nadie quería (el fugaz paso del tiempo la había devaluado); recogía del suelo los trozos de revistas o periódicos desechados; recortaba con la mano lo que de estos se me ocurría podría necesitar para mi composición; robaba un poco de goma por aquí y otro poco por allá. E indefectiblemente me sacaba 20 (veinte). Nota máxima, indecente, extraña; según Martín Adán, una gallina delante de un huevo.
Reactivo estas memorias porque creo son lo más parecido o que acaso mejor puedan explicar mi propia poesía. Sobre todo aquélla de producción más reciente (empiezo a publicar en 1978 y mi último poemario es de este mismo año, en total doce libros de poemas); posterior a El corazón y la escritura (1995). Digo esto porque, a vuelo de pájaro, este último poemario --respecto a los posteriores-- en apariencia luce más focalizado en su o sus temáticas, más elaborado en sus versos y, en suma, mayor estructurado en sus textos tanto individuales como en conjunto. No aseveraría que esto sea falso o verdadero, dejo esta tarea a los posibles interesados en investigar mi obra. Tampoco me propongo puntualizar en el collage --plástico, antaño, y hoy literario de mi trabajo-- porque hallo que esto es obvio; obvio a la poesía occidental o del lejano occidente por lo menos desde Guillaume Apollinaire. Quisiera reparar, más bien, en el gesto de recoger desechos del lenguaje --disímiles, no focalizados, sin prestigio, multiculturales-- y tratarlos prosódicamente. Es decir, no presentar estos desechos tal cual; sino previamente modulados, elaborados como si nos dispusiéramos a escribir un soneto en alejandrinos o una copla de pie quebrado. Tratar lo desechado primorosamente; pero sin restarle su alteridad, fragmentación o extrañeza. El foco, el origen de estos restos, se hallará irremediablemente perdido; pero ahora están sometidos a una modulación que --sin pretender naturalizarlos en su diferencia textual o cultural-- los pone a trabajar en conjunto.
Las claves formales de esta nueva interacción serían, por un lado, pausas y encabalgamientos; y, por el otro, de modo paralelo a este inestable perfil rítmico, una suerte de distribución conceptual móvil de las palabras donde, pareciera, preponderan la elipsis y el oxímoron. Todo lo cual, podríamos decir, propuesto al lector de un modo débil, no enfático; evitando autoritarismos y didactismos de cualquier tipo. Evitando localismos o etnocentrismos también. La persuasión misma del poema se jugaría toda en este aire suave.
Ahondando un tantito más en las posibles consecuencias teóricas, éticas y políticas de este proceder (el de la poesía reciclada); y presuponiendo lo que nos indica debiera hacerse, con nuestra acumulada y ubicua basura, el sentido común. Cabría advertir su efecto palimpséstico e incluyente. Es decir, incluso el lector común se hallaría, desde un primer momento, rodeado o acompañado como de objetos familiares a su experiencia, a su cultura y tradición literaria; de algún modo esta poesía nos recuerda que aquellos objetos no solo ya fueron creados, sino también gozados antes. Y, asimismo, este mismo lector puede intervenir de modo activo en la co-creación de aquel pequeño artefacto de saberes y recuerdos, puesto apenas en actividad, que constituye el poema reciclado. Sin embargo, esto no resta que un lector más atento o ya iniciado en la poesía no sólo aquilate con mayor morosidad aquellas huellas culturales; sino que, quisiéramos presumir, perciba algo más decisivo en esta propuesta de reciclaje. Que no se trata de un registro; sino, ante todo, de la construcción de un objeto de conocimiento. Con giro y sin giro linguístico. Y aunque leve, desalienante de los lugares comunes y siempre abierto al deseo. Una humorada que también podría ser lo más trascendental en tu vida.
viernes, 9 de marzo de 2012
[Primero una pizca]
Primero una pizca
De no persona luego
Dentro de esa nube pop
Algo que es del mundo exterior
Por decir
Que no eres el sol ni eres el humo
Y luego
El cordón umbilical que te va uniendo
Tu hilo de saliva con aquella nube
Así se hace el poema
Te dejas hacer en el poema
Como algo parecido a un amanecer
Donde a la noche abandonas
Como un recuerdo
Que atropella tu vigilia
Como estas ganas de cagar
Que postergas
Ve y enamórate
Linda y dulce
Es la poesía
Solidaria con cojones
Madre sin vínculos maternos
Yo que soy el mejor poeta del mundo
Lo soy por ella
domingo, 4 de marzo de 2012
[A solas con mi blog]
A solas con mi blog
Y con estas ganas de vomitar
Sobre las caras de los hipócritas
De siempre
Raza de mala leche somos
Traicioneros, egoístas, cobardes
Ubicuos huele pedos
Y con esto hemos de construir
Las instituciones, los partidos,
La universidad
La vida cotidiana
El amor
Trocando el conocimiento
Que es gratuito
Por la mera política
Que es nuestro sueldo
Para morir en vida
Cabrones
A solas ante este blog
jueves, 1 de marzo de 2012
[En cierto momento ]
En cierto momento
Aves altas lejanas
Gravedad
En el asiento del autobús
En todas estas cosas
Que nos mantienen en un trabajo
Donde no nos quieren
Salvo alguno que otro
Y donde desde ya
Preparamos la partida
Hacia aquellas aves
Sin muebles
Ni computador
Ni, mucho menos, poesía.
¿Qué sería de nosotros
Si en lo alto lejano
De aquellas aves
También existiese la poesía?
Para Gaspare, Vallejo y yo mismo, entre otros, que cumplimos años este marino mes.
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