jueves, 29 de diciembre de 2022

HUAQUEO (Hacia el 2023)

 


Huacos eróticos

I

Hagan una cerámica

de nuestros cuerpos

los nuevos habitantes

de este país.

Somos nazcas o mochicas

en nuestros movimientos.

Aún no estamos enterrados

continuemos.

II

Sus dientes blanquísimos y apretados

destilan saliva y atrapan

el más tenue rayo de luz.

Y no es como alta montaña,

sino como duna del desierto.

Así han de conservarla en la arcilla.

III

Yo jamás toqué su cabellera

a la hora del amor.

Había de conservar su cuerpo libre

en aquellas primeras algas

que salían brillantes del mar.

IV

Es cierto, sus piernas

son tan densas como el lodo

y su cintura tranquila.

Pero ella sabe excitar

desde sus ojos,

desde la pródiga manera

en que se desnuda.

V

Quizá deberían

ignorar su ternura,

la forma lenta y sabia

como dispone sus miembros

al amor,

la incandescencia en su piel.

Todo aquello será muy difícil

de plasmar.

JUEGO DE MANOS (1984)

 

Camino a Puruchuco

Dos tetas y un pene

a todo lo largo.

Una luz.

Un cometa

en la órbita precisa

de tu vagina.

Así percibo estas ruinas.

Restos del camino incaico

que iba de Pachacamac

a mi alma. A Puruchuco.

Sin más lenguaje

que un improvisado

trabalenguas.

Sin más trámite

que el amor de su mirada.

Mi hermano Germán.

Que no se bañaba

aunque el sol ardiera.

Y no dudaba del amor

pero ni un solo instante.

El eco de un gruñido

y una bala pensativa

que se incrusta

como Alicia

a través del ano.

Lugar privado y maloliente

pero de astros relampagueantes

y de boca en vilo:

por lo absorta y agradecida.

Las palabras son personas concretas.

Jamás metonimias de un sistema

inferido. Ni un sesudo pensamiento.

Diverso, fluyente, encrespado,

jadeante, testarudo

chasqui de pies y brazos

y rostro de bala.

Lívido.

Como mi corazón palpitante

y a la intemperie.

De Amarus (2015)