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lunes, 8 de enero de 2024
El poeta más odiado del Perú
El mote se le ocurrió a Vladimir Herrera, un día en el Cuzco, hace ya varios años. Frase que debo agradecer porque de algún modo me hace semejante a Sócrates, acusado de ser: “culpable de corromper a los jóvenes y de no respetar a los dioses que respeta la ciudad, sino a otras divinidades nuevas” (Diálogos). Habladurías frente a las cuales, en resumidas cuentas, el griego se defendería de la manera siguiente: “pienso que puedo presentar un buen testigo de que os digo la verdad: mi pobreza”. Entiéndase, por un lado, no ostentar boato alguno ni beneficios ilícitos. Y, por otro lado, Sócreates no habla aquí de mi miseria, ni el considerarme damnificado de algo, ni el procurar –para facilitarnos la existencia– permanecer en nuestros escritos ciegos o ajenos frente a la manipulación del poder. Toda la historia de la literatura, incluida aquí la filosofía, se juega en esto; en la conciencia de nuestra radical pobreza y desnudez como paso previo para asumir nuestro oro y vestir nuevas y mejor aderezadas ropas. Cuniraya Viracocha ante el desamor de Cavillaca, José Lezama Lima a partir del amor de José Martí, Góngora ante el mar que no es sordo, Grau en Punta Angamos, José María Arguedas acorralado por la academia local e internacional, César Vallejo contra la últimaluz del crepúsculo, el fervor de Clarice Lispector por la nada, Jorge Eduardo Eielson de bruces sobre la mansa arena. Sin odio no existe lo contrario, sin pobreza no hay abundancia, sin inteligencia o talento queda sólo, en poesía, un juego exibicionista, banal y estéril. El poeta más odiado del Perú, qué grato sería fuera esto cierto y qué inmenso honor consideraríamos merecer aquello.
PEDRO GRANADOS (Perú, 1955). Publica poesía desde 1978 (Sin motivo aparente); y ya son quince poemarios: Vía expresa, Soledad impura, Roxosol o, los recientes, La mirada (Buenos Aires: BAP, 2020) y Amerindios/Amerindians (NYC: Arte Poética Press, 2020); la cual ha sido traducida parcialmente al portugués, inglés y alemán. También ha publicado varias novelas cortas (Prepucio carmesí, Un chin de amor, Una ola rompe, Boston Angels, !Fozi lady! y, hace poco, Poeta sin enchufe). Tiene además algunos libros de crítica; entre estos su tesis de PhD para Boston University, Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo (Lima: PUCP, 2004); al cual se le suma, por ejemplo, Trilce: húmeros para bailar (2014) o Trilce/Teatro: guión, personajes y público, ensayo que mereció el Prêmio Mario González de la Associação Brasileira de Hispanistas (2016). Desde el 2014 preside el “Vallejo sin Fronteras Instituto” (VASINFIN). Actualmente vive en Lima, Perú.