Poesía brasileña actual: Librerías de SP
Más viejo vuelvo una vez más a São Paulo (SP). La recorro con parsimonia, con el agrado agregado de que ya no pago en el metro; aunque no por efecto de alguna revolución social, sino, meramente, por ser ahora un adulto mayor. Leo la ciudad, entonces, con la testa alta; aunque con la cabeza baja también la leo. Ciudad íntima y universal como pocas en nuestro continente; y hoy por hoy, tal como Berlín o New York, en franca transformación hormonal. En mutación no únicamente transgenérica, antigua vocación paulista plasmada y canonizada ya, por ejemplo, en su marcha anual por el orgullo gay. La cala o la cabeza de playa actual va, más bien, mucho más lejos, o más cerca según desde dónde nos ubiquemos. Contra toda apariencia, el espacio le ha ganado por puesta de mano al tiempo en SP; los cuerpos, se van pareciendo, cada vez más, a los claroscuros de la ciudad y sus abarrotadas calles. Lo que la generación actual se tatúa por dentro, ya no sólo por fuera, constituye un animal que asoma por doquier: mirada, vértebras y ágiles pantorrillas. La migración o el salario insuficiente, de unos pocos o de unos muchos, ya es lo de menos frente a tan colosal diseño. Animal hembra junto a su tararear de antigua canción de cuna. Mamífera por antonomasia, São Paulo no ha dejado de ser un collage formidable y un pêssego dourado o un decisivo libro por venir. P.G.