Todo se va cumpliendo
Paulatina y misteriosamente
Esta gota rebalsada
Aquella tu esplendorosa
cabellera
Amo la poesía
Y ella también me ama
Como a un hijo o como a un
animalito
Atenta a ambos
consuela
Con ella voy a morir
No me cabe duda
Incluso entre las
soledades
Y los rigores de la agonía
El grito salvador es sólo suyo
Aunque yo me halle en aquel
trance
Sólo imaginando culos
Y chupando tetas
Ninguno se va a España
Ni piensa en Dios en aquel tramo
final
Pero acaso sí lo posea un hipo
Incontenible
Que estropea todo acto
solemne
Incluso el de nuestra
propia partida
Una poderosa voz que hablará por
nosotros
Que se pondrá boca a boca contra
cualquiera
Que interpondrá su cuerpo
Si intentan hacernos daño
Para bañarnos con la india
desnuda
En chorro
Donde sólo alguna agua nos vea. (Poema, en el mes de la poesía, con ineludibles homenajes)