En principio
No le temo a nada
Ni a ninguno
Y hasta ahora y con un tantico de suerte
He podido escapar
Huir de la mediocridad ambiente
Del arribismo apestoso
Del compadraje obsceno
Así que cuídense conmigo
O, mejor dicho,
Con la poesía que me habita
Con mi madre que me habita
Con su decidida y como ilimitada
Delicadeza